La reforma hacendaria es de alcance muy limitada y contradice objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa para Democratizar la Competitividad; de los 447 mil millones de pesos que el gobierno pretende obtener de las modificaciones fiscales más endeudamiento, sólo el 14.3% se destinará a la construcción de infraestructura, el resto será para financiar gasto corriente y otras erogaciones.
Así lo advierte el senador Mario Delgado Carrillo, en un estudio elaborado a propósitos de la reforma hacendaria propuesta por el gobierno federal y aprobada por la Cámara de diputados, en el que propone la creación de un Plan Emergente para la Reactivación Económica, y sostiene:
“Para que el gasto público tenga un mayor impacto en la economía debe acotarse por ley el gasto burocrático e improductivo. De instrumentarse medidas de austeridad en el rubro de servicios personales y gastos de operación se podrían ahorrar hasta 156 mil millones de pesos, suficientes para disminuir el déficit público o financiar inversiones para reactivar la economía”.
Con claridad, el ex secretario de Finanzas del D.F., resalta que los ciclos productivos de todos los sectores van hacia la baja, en algunos casos de manera muy preocupante, como es el caso de la construcción.
Por ello, asegura en un documento de nueve cuartillas, que la prioridad en el 2014 debe ser la recuperación económica; deben destinarse todos los recursos de deuda a inversión y revisarse todas las medidas fiscales en la reforma hacendaria que atenten contra la inversión y la generación formal de empleo.
La propuesta del senador del PRD, miembro de la Comisión de Hacienda en el Senado de la República, es plantear un gran Plan Emergente para la Reactivación Económica, acorde con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa para Democratizar la Productividad.
Actualmente, indica Delgado Carrillo, en México el gasto público genera muy poco valor agregado a la economía, por lo que la reforma hacendaria al extraer recursos adicionales del sector productivo para pasarlos al gobierno, no generará un mayor nivel de bienestar a la sociedad.
Plantea de manera explícita que deben establecerse metas para incrementar su eficacia, resultados y transparencia, y de ninguna manera debe permitirse un mayor endeudamiento para financiar gasto corriente.