GUANAJUATO,México, (N22).- En el centro de la Sala Polivalente, de la Universidad de Guanajuato, hay un hombre de chocolate recostado sobre una mesa. Por otro lado, las paredes de este recinto sostienen una obra que aborda problemas económicos, sociales y culturales de México. Lo curioso es que ambas muestras se perciben desde la lógica de la provocación, crítica y sarcasmo característico de César Martínez.
La exposición celebra el 50 aniversario del artista, en tanto con el hombre de chocolate pretende dar un mensaje desde la filosofía del humor: el tratado de libre comerse, es decir, metabolizar a una persona como metáfora de las economías de mercados.
La mesa que está a un costado sostiene esta finalidad, pues hay platos, cucharas, servilletas; César funge como chef, mientras la bandera de Estados Unidos cubre su boca y el estandarte mexicano tapa al hombre de Chocolate.
La gente ya está lista para probar un poco de esta pieza con sabor. “Toma chocolate”, exclama César Martínez y los asistentes gritan: “Paga lo que debes”. Sin más preámbulos el chef decide cortar la cabeza del hombre.
La gran reacción del público, en su mayoría joven, es lo que sorprende de este acto. Ellos lucen ansiosos por devorar lo representativo, es decir, son parte de un trama caníbal, en donde por la cotidianeidad de las imágenes sangrientas que nos atañen no nos sorprende ver como el artista corta y derrama chocolate liquido sobre el cuerpo tendido.
Al final, la gente sale extasiada después de probar un poco de aquella escultura.