Washington, 27 oct (PL) Las más recientes filtraciones acerca del espionaje practicado por Estados Unidos sobre Alemania, México y Francia podrían afectar la política exterior de Washington a corto plazo, advierten hoy medios digitales.
Durante la semana que concluyó tanto el presidente Barack Obama como el secretario de Estado, John Kerry, tuvieron que responder a las preocupaciones de esos gobiernos que, como denominador común, han calificado los programas de vigilancia de la Casa Blanca de inaceptables.
París protestó al trascender que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense llegó a recabar 70,3 millones de registros de mensajes telefónicos y electrónicos en Francia en un período de 30 días.
Alemania exigió explicaciones sobre el presunto fisgoneo sobre el teléfono de la canciller Angela Merkel, algo que podría ocurrir desde el año 2002.
Mientras México cuestionó los controles realizados en 2012 contra el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto, así como un plan secreto que espió en 2010 los mensajes electrónicos del presidente mexicano en ese momento, Felipe Calderón.
A corto plazo, Obama y Kerry intentan apaciguar el enfado internacional que ocasionaron las filtraciones a la prensa de Edward Snowden, exanalista de la NSA, indicó el diario La Opinión.
Según la propia publicación, la manera de Estados Unidos de recolectar información como si utilizara una aspiradora ha causado preocupación a los aliados extranjeros de Washington.
Snowden, actualmente refugiado en Rusia, sacó a la luz en junio que el gobierno estadounidense posee masivos programas de espionaje contra sus ciudadanos y personas de otros 35 países, que involucran incluso a administraciones de numerosas naciones.
Bajo el lema «Detengan la vigilancia masiva», este sábado se realizó una gran manifestación en Washington para exigir al presidente Obama que ponga fin a la ilegal práctica.