Presidente ecuatoriano niega «milagro económico» en su país

Moscú, 29 oct (PL) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó hoy aquí el término «milagro económico» para referirse a las transformaciones socioeconómicas que devolvieron la esperanza a su país, según expresó en entrevista con Prensa Latina.

Yo soy creyente, pero no creo en milagros económicos. Creo en correctas decisiones económicas, y eso es lo que se viene tomando en Ecuador desde hace casi siete años, y ahí están los resultados, afirmó.

El estadista destacó la riqueza en recursos naturales y valores culturales de América Latina, pero advirtió que las élites dominantes realizaron un saqueo, con la imposición de una relación de poderes siempre en función de las minorías.

Los Estados burgueses representan a unos cuantos, no a todos y todas. Y también ciertos valores culturales nuestros como la falta de organización y el miedo a la innovación nos afectaron, dijo.

Correa subrayó que en casi siete años de su Gobierno esas cosas se han ido rectificando. Ahora el poder es del pueblo ecuatoriano, tenemos un Estado verdaderamente popular, para todas y todos, reiteró.

Para los más pobres hemos sabido mejorar la eficiencia, asignar adecuadamente los recursos, lograr determinados cambios culturales que hay que seguir construyendo, pero sobre todo, como dije en mi último Mensaje a la Nación, hemos vencido a la desesperanza, indicó.

Ojalá que entiendan los pueblos latinoamericanos que es una forma consciente e inconsciente de inmovilizarnos mediante el instrumento de la prensa capitalista, la que habla en nombre de todos y representa solo los bolsillos de los burgueses, alertó.

Denunció el mandatario que esos medios acusan a los líderes populares de corruptos, de perezosos, e inútiles. Imponen la idea de que nuestro destino manifiesto es ser pobres, ser retrasados, y así nos inmovilizan, insistió.

Hemos logrado romper esa inmovilidad, y no hemos logrado, por supuesto, ni de lejos, resolver todos los problemas, pero ya alcanzamos lo más importante: vencer esa desesperanza y recuperar nuestra autoestima, concluyó el líder ecuatoriano.

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