Naciones Unidas, 29 oct (PL) Cuba reiteró hoy en la Asamblea General de la ONU su disposición de avanzar hacia la normalización de las relaciones con Estados Unidos, a partir de un diálogo serio, constructivo y entre iguales, que respete su independencia.
Al intervenir ante la plenaria de 193 países, a propósito de una nueva votación contra el bloqueo norteamericano a la isla, el canciller Bruno Rodríguez señaló que esa postura es expresión de la voluntad de paz y convivencia respetuosa del gobierno cubano.
Los peligros que amenazan la existencia humana son graves e inminentes, por lo que es indispensable un cambio profundo en la manera de tratar y resolver los problemas y conflictos del mundo, expuso.
Rodríguez precisó que ese escenario pasa por el diálogo y la cooperación, en lugar del «egoísmo y la filosofía del despojo que llevan a la guerra, al uso de la fuerza y a las medidas económicas coercitivas que, silenciosamente, también hieren y matan».
Es cierto que entre ambos gobiernos existen grandes diferencias -dijo- pero el único camino productivo es encontrar una manera civilizada de relacionarnos como vecinos, bajo el respeto a la soberanía y la autodeterminación.
«Por tanto, habría que hacer prevalecer el diálogo, la negociación e, incluso, la cooperación en lo que sea posible y conveniente, en beneficio de ambos pueblos y de las relaciones hemisféricas», afirmó poco antes de la votación en la Asamblea General para ratificar por 22 años consecutivos el rechazo mundial en ese foro al bloqueo estadounidense.
El canciller cubano señaló que el acercamiento bilateral puede darse y es útil, como lo han demostrado la reciente reanudación de las conversaciones migratorias y sobre correo postal, y los contactos en torno a operaciones de respuesta a derrames de hidrocarburos, búsqueda y salvamento marítimo y aeronáutico, y la seguridad de la aviación.
En su discurso sobre la necesidad de poner fin al bloqueo aplicado por Washington a la isla durante más de medio siglo, el titular de Relaciones Exteriores advirtió que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene las facultades de terminar con el cerco.
«Qué se gana con la inercia de una política vieja, obsoleta, propia de la confrontación bipolar, enferma y éticamente inaceptable, que no ha funcionado durante 50 años», preguntó.
Para el diplomático, se impone escuchar a la opinión crecientemente mayoritaria de la sociedad norteamericana y en la emigración cubana, que apoya la normalización de relaciones y se oponen al bloqueo y a la prohibición de viajar a la isla que lo acompañan.
«Por qué no aceptar que somos una nación y un estado independiente, igualmente soberano. No será mejor renunciar pragmáticamente a la obcecación ideológica, heredada de dos generaciones anteriores de políticos estadounidenses (…)», sentenció.
Rodríguez denunció ante la Asamblea el recrudecimiento de las sanciones unilaterales y el daño humano de esas medidas, las cuales calificó de genocidio.