Damasco, 2 nov (PL) Dos civiles murieron hoy en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, por el estallido de un cohete lanzado por extremistas islámicos que intentan derrocar el gobierno del presidente Bashar al-Assad.
De acuerdo con fuentes policiales, como consecuencia del ataque contra la céntrica plaza de Saed Allah al-Yabiri, otras cuatro personas resultaron heridas.
Asimismo, la explosión frente al Establecimiento Público de Electricidad ocasionó significativos daños materiales en la zona del impacto.
Por otra parte, como continuación de los casi diarios ataques de los armados contra Damasco, hoy resultaron heridos dos ciudadanos en esta capital a causa de un obús de mortero lanzado hacia la zona residencial y comercial de Bab al-Yabiyeh.
En Jaramana, ciudad de Damasco Campo, cinco proyectiles de mortero disparados desde la periferia capitalina cayeron este sábado en los barrios de al-Rauda y al-Baladiya, provocando heridas a nueve personas.
Dos de los lesionados lo fueron de gravedad y se encuentran en estado crítico.
La urbe de Jaramana, en el sureste de Damasco y con unos 115 mil habitantes, es una de las localidades de la periferia capitalina más afectada por el accionar de las bandas armadas.
Cuenta con una numerosa población cristiana y drusa, cuya confesión religiosa es rechazada por las agrupaciones de extremistas islámicos que operan en los alrededores de Damasco, así como en otras regiones sirias, con el apoyo de naciones como Arabia Saudita.
De manera frecuente los grupos de irregulares armados, de unas 80 nacionalidades, que operan en Siria, escogen el lanzamiento de proyectiles, la colocación de carros bombas en zonas residenciales y atentados suicidas como método para afectar directamente a la población civil del país.