México, 6 nov (PL) El movimiento de Regeneración Nacional (Morena) trata de disuadir a petroleras extranjeras de invertir en México, mientras el gobierno y el Partido Acción Nacional (PAN) negocian hoy una mayor apertura en el sector de los hidrocarburos.
El extitular del ejecutivo capitalino Marcelo Ebrard informó que el diario estadounidense Wall Street Journal publicó declaraciones de parlamentarios nacionales, según los cuales el gobernante Partido Revolucionario Institucional y el opositor PAN discuten una reforma energética más ambiciosa que la presentada el verano pasado.
La propuesta inicial del presidente Enrique Peña Nieto incluía contratos de ganancias compartidas, que son convenios en los cuales las empresas privadas comparten los riesgos y los beneficios de un proyecto petrolero, cuya remuneración es dinero en lugar de crudo.
Pero de acuerdo con declaraciones de tres personas que participan en la negociación actual, se pretende aprobar también los contratos de producción compartida entre el Gobierno y las empresas extranjeras.
Según consideró Ebrard, aspirante a la presidencia del Partido de la Revolución Democrática, esa ampliación de la iniciativa busca favorecer totalmente a las compañías foráneas.
Cuando esas negociaciones se tejen entre los parlamentarios, el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer una carta dirigida a directivos de petroleras extranjeras para advertirles que la firma de contratos de utilidad compartida sería como comprar mercancía sin factura, algo propio de la piratería.
Se trata de un texto enviado a Rex W. Tillerson, presidente ejecutivo de la Exxon Mobil Corporation, la primera de una serie de misivas en la cual subraya que en caso de firmar ese tipo de contratos la mayoría de la población vería a su empresa como cómplice de un atentado contra el interés nacional.
Nuestro movimiento, señor Tillerson, no se opone a sus negocios ni a las inversiones privadas, siempre y cuando se respete el derecho soberano del pueblo y de la nación, expresó en la carta.
Informamos que nuestra Constitución no permite la participación de empresas privadas, nacionales o extranjeras, en la industria petrolera del país, señaló López Obrador.
La modificación a la carta magna es precisamente el punto de la reforma energética que más críticas ha despertado en el país, pues según una encuesta realizada en septiembre pasado el 83,5 por ciento de los mexicanos se oponen a cambiarla.
El también excandidato presidencial advirtió que, como parte de las acciones contra la reforma energética, convocará a cercar la sede del Senado cuando comience el dictamen de dicha iniciativa.
Hay que seguir insistiendo hasta lograr que las cosas realmente cambien y mejoren en beneficio de nuestro pueblo y de la nación; sigamos luchando para no permitir que se entreguen las ganancias del petróleo a los extranjeros y se siga hundiendo México, remarcó en un video difundido por la página digital Youtube.