Diálogos FARC-EP-Gobierno colombiano avanzanla con en temas cruciales

La Habana, 7 nov (PL) Las conversaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno avanzan hoy -aunque a su tempo- por el segundo punto de la agenda.

El anuncio la víspera de acuerdos en cuanto a la participación política, antecedidos por los del tema agrario, en mayo pasado, indica que van quedando atrás divergencias entre los negociadores y el diálogo se mueve.

La buena nueva de las últimas horas permitirá a los enviados a esta mesa avanzar en el diálogo en La Habana, cuyos resultados en las últimas horas fueron celebrados tanto por el Coordinador de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, como por la prensa local y por los ciudadanos colombianos en las redes sociales.

Tras 16 rondas de conversaciones, con Cuba y Noruega como garantes, y Venezuela y Chile como acompañantes, las partes continuarán analizando los restantes puntos de la agenda común a partir del 18 de noviembre.

El «acuerdo fundamental» alcanzado contempla el consenso en torno a los derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política para sectores sociales y nuevos movimientos que surjan tras el fin del conflicto.

Reconoce el acceso a los medios de comunicación de esos actores y establece mecanismos democráticos de participación ciudadana de todos los sectores, incluidos los más vulnerables, en condiciones de seguridad.

Señala, además, la ampliación de los derechos y garantías para el ejercicio de la democracia, el pluralismo, la participación y la cultura política en el país sudamericano.

Establece que será convocado un evento nacional para partidos y movimientos políticos, incluso de voceros de movimientos sociales, expertos y académicos con el propósito de definir los estatutos de su participación política.

En ese orden, se propone, al finalizar el conflicto, garantizar las demandas ciudadanas, las protestas y la convivencia pacífica, y también abrir espacios adicionales para que sectores sociales y excluidos puedan dar a conocer sus propuestas y proyectos en instituciones nacionales.

El gobierno y el grupo insurgente acordaron establecer medidas para garantizar y promover una cultura de reconciliación, convivencia y tolerancia.

Por otra parte, impulsarán un plan de apoyo a la veeduría ciudadana y observatorios de transparencia, con especial énfasis en la implementación del acuerdo.

Próximamente ambas partes darán a conocer un informe más detallado de los consensos alcanzados en el tema de la participación política, según se informó.

Para los involucrados en el proceso colombiano de pacificación, este nuevo pacto permitirá avanzar hacia el objetivo de alcanzar la paz y construir una sociedad más democrática en ese país suramericano.

El punto de discusión venidero será el cuarto punto de la agenda, relativo a las drogas ilícitas, y luego le siguen otros debates en cuanto al fin del conflicto, las víctimas y los mecanismos de implementación, verificación y refrendación.

Pero, como se ratificó al dar por concluido el primer y el segundo puntos, nada está acordado hasta que todo esté acordado, retruécano con el cual se estaría buscando dar todas las garantías posibles para una paz definitiva.

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