Washington, 9 nov (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy al Congreso a adoptar medidas que amplíen la contratación y acceso a estudios de los veteranos de guerra, muchos de los cuales afrontan dificultades para reintegrarse a la sociedad.
En su tradicional mensaje radial y por Internet de los sábados, el mandatario expuso que durante su administración unos 300 mil excombatientes accedieron a puestos de trabajo.
Sin embargo, reconoció, tal indicador aún resulta insuficiente, mientras abogó por incrementar los estímulos a las empresas que contraten a los licenciados del Ejército.
También pidió garantizar un pleno acceso a servicios de salud y rehabilitación física y mental de los exsoldados.
Estados Unidos conmemora este fin de semana el Día del Veterano o del Recuerdo, celebración que busca homenajear a quienes sirvieron en los múltiples conflictos bélicos en los cuales se enroló Washington desde la Primera Guerra Mundial.
Unos 705 mil desmovilizados de las Fuerzas Armadas con alguna discapacidad física o mental se encuentran atrapados en la angustiosa espera para el pago de una indemnización monetaria, tras su participación en misiones militares.
Según la cadena televisiva estadounidense CBS News, los exmilitares llevan casi un año aguardando por una respuesta del Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, por sus siglas en inglés), entidad gubernamental que debe aprobar o rechazar las solicitudes de resarcimiento por invalidez.
Expertos señalaron que muchos veteranos, especialmente aquellos con discapacidad, ven reducidas sus posibilidades de encontrar trabajo y carecen del dinero suficiente para salir adelante cada mes.
La reciente paralización temporal del gobierno federal por las pugnas entre demócratas y republicanos provocó fuertes protestas por parte de las asociaciones de veteranos de guerra, ante el peligro que supuso la suspensión de pagos de compensación a unos 5,1 millones de excombatientes.
Esa cifra de beneficiarios incluye a 433 mil discapacitados y 360 mil viudas e hijos de militares caídos en las guerras lanzadas por Washington en varias naciones del planeta.
Para los militares que retornaron de guerras como las de Afganistán e Irak constituye también una preocupación disponer de acceso a tratamientos de salud adecuados, pues muchos padecen problemas de estrés postraumático y lesiones cerebrales severas.