México, 10 nov (PL) El líder nacional del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, César Camacho, espera hoy que la aprobación de las reformas impulsadas por el Ejecutivo traigan a su formación triunfos electorales en 2015.
Que nadie se equivoque ni diga que 2015 lo vamos a ganar a pesar de las reformas, vamos a ganar justamente por las reformas, señaló el dirigente partidista al rechazar los augurios de un voto de castigo de la ciudadanía.
Durante la clausura la víspera del Primer Congreso de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, en el estado de Durango, afirmó que el priísmo valora la actitud de sus legisladores en el Congreso de la Unión y en las legislaturas locales.
En ese sentido, señaló que los miembros del PRI han respaldado las reformas estructurales impulsadas por el Partido y por el Gobierno.
Las reformas estructurales propuestas por el Ejecutivo federal en el primer año de su gestión constituyen el andamiaje jurídico e institucional para dar fuerza a México y permitir el despliegue cabal de los cinco años restantes, consideró Camacho.
Así se hará porque el país lo merece, agregó con vistas a los comicios de 2015, cuando se renovarán la Cámara de Diputados y nueve gobernaturas, al tiempo que se llevarán a cabo 20 elecciones locales de diputados y ayuntamientos.
El líder de PRI aseguró en su mensaje que para las elecciones intermedias van a trabajar muy fuerte y merecerán el triunfo, mientras adelantó que habrá más jóvenes y muchas más mujeres en las candidaturas porque las féminas lo merecen y el partido las necesita.
Todo el capital político que posee el PRI está puesto al servicio de las reformas, las cuales no sólo son necesarias, sino que le urgen a México y vamos a darlas para bien de toda la nación, señaló.
Hasta el momento el gobierno mexicano ha propuesto reformas como la de telecomunicaciones, la fiscal y la educativa, las cuales han generado polémica en el país, pero ya han sido aprobadas por los legisladores.
El Congreso de la Unión discute ahora la reforma energética, la iniciativa más polémica entre las propuestas por el Ejecutivo, pues muchos detractores señalan que abre las puertas a la privatización de la industria de hidrocarburos en el país, controlada hasta el momento por la estatal Petróleos Mexicanos.