Trípoli, 16 nov (PL) Las víctimas del ataque de una milicia armada contra una protesta pacífica este viernes aquí pueden sumar 40, admitió hoy una fuente oficial, según la cual el saldo de 32 muertos es provisional.
Varios centenares de personas salieron a las calles tras la plegaria del mediodía del viernes convocados por la alcaldía metropolitana para protestar contra el dominio que ejercen grupos armados irregulares en esta capital, fragmentada en zonas de influencia en las cuales imponen su ley y dominan el contrabando de armas.
La cifra de víctimas fatales fue difundidas por el ministro de Salud Nureddin Dughman, quien aclaró que podría aumentar.
De su lado, el presidente del Consejo Local capitalino, Sadat al Badri, relató que cuando la protesta se aproximó al cuartel de la milicia de Misrata en el vecindario de Ghargour, desde el interior comenzaron a llover disparos de armas automáticas con resultado de 16 muertos y 45 heridos, 15 de ellos muy graves.
La marcha pacífica demandaba la salida de la capital de las milicias y fue organizada tras los choques que estallaron esta semana entre fuerzas rivales por la muerte del cabecilla de uno de ellas, en los cuales murieron dos personas.
Los grupos irregulares armados desde el exterior, en cuyas filas militan extranjeros a sueldo, sirvieron de pretexto a la agresión militar de la OTAN que en 2011 derrocó al Gobierno liderado por Muamar Gadafi y desde entonces reina el caos en este país del norte de Africa donde son habituales las muertes violentas de civiles y los atentados contra diplomáticos y embajadas, algunas de las cuales han reducido su personal al mínimo indispensable.
Al Badri añadió que la tensión aumenta y que las autoridades locales van a convocar una huelga general e iniciar una campaña de desobediencia civil hasta que las entidades armadas abandonen la capital.
La exhortación a la protesta fue apoyada por los imanes de las mezquitas durante la plegaria del mediodía del viernes, día que los musulmanes dedican a la oración y los más ortodoxos también al ayuno.
Días atrás el primer ministro Ali Zeidan advirtió que de proseguir el caos prevaleciente en el país podría pedir la intervención de tropas de las potencias occidentales.