México: santuario de ciudades patrimoniales

México (PL) México, con una ancestral riqueza histórica, cultural y arquitectónica, posee 10 ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad, cifra que lo ubica en el tercer lugar a nivel mundial, solo superado por Italia y España.

Esa categoría, otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la poseen urbes de 204 naciones.

De estas, 120 se ubican en Europa y Norte América, 37 en América Latina y el Caribe, 20 en Asia y Pacífico, igual número en los Estados Arabes y siete en Africa.

Las mexicanas son Ciudad de México, Oaxaca de Juárez, Puebla de Zaragoza, Guanajuato, Santiago de Querétaro, Zacatecas, Morelia, San Miguel de Allende,Tlacotalpan y San Francisco de Campeche.

Sin embargo, algunas de ellas corren el riesgo de llegar a perder ese título por problemas en la conservación de sus acervos, según afirmó Olga Orive, presidenta del Comité Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, durante el reciente XII Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio.

Esa amenaza citada por la especialista recae en Guanajuato, Campeche, Tlacotalpan, Puebla, Ciudad de México y Zacatecas.

No obstante, el país sigue siendo el primer destino para turistas extranjeros en América Latina (el año pasado recibió a 23 millones 400 mil, principalmente estadounidenses), quienes mayoritariamente visitan sus sitios mayas, balnearios y ciudades Patrimonio.

Entre esos lugares se encuentra la Ciudad de México, construida durante el siglo XVI por los españoles sobre Tenochtitlán, la antigua capital azteca. Actualmente esta urbe es una de las más grandes y densamente pobladas del mundo, con más de ocho millones de habitantes en el Distrito Federal.

Aquí se ubican las ruinas de cinco templos aztecas y diversas construcciones coloniales, como la Catedral Metropolitana, considerada la más grande del continente.

También están otras edificaciones emblemáticas, entre ellas las radicadas en el Centro Histórico, el Palacio de Bellas Artes, la Torre Mayor y los monumentos de la Revolución y del Angel de la Independencia.

Morelia, otra de las ciudades patrimoniales de México ubicada en el estado de Michoacán, fue edificada en lo alto de una colina en 1541, y en su concepción urbanística se fusionan los conceptos del Renacimiento español con la experiencia mesoamericana.

Es la ciudad mexicana con más edificios catalogados como monumentos arquitectónicos, los cuales suman unos mil, de los cuales 260 están calificados de relevantes.

Sobresalen su Acueducto, la Catedral Metropolitana, la iglesia de la Compañía y el ex Colegio Jesuita, así como las fachadas y las arcadas de las casas con arquitectura española.

Al pie del volcán Popocatepetl se encuentra Puebla de Zaragoza, la capital del estado homónimo, fundada en 1531. Pese a su antigüedad, aún en el centro histórico se conservan diversos edificios de la etapa colonial.

De sus construcciones llaman especialmente la atención del visitante la Catedral, uno de los edificios religiosos más bellos de América Latina, la iglesia de Santo Domingo, el Palacio Municipal, el museo casa del Dean, la casa de los Muñecos y el teatro Principal.

También sobresalen los Fuertes de Loreto y Guadalupe, escenarios de la Batalla del 5 de mayo, donde el ejército mexicano venció al francés en 1862.

San Francisco de Campeche, ciudad cabecera del estado de igual nombre, resulta famosa por su centro histórico, donde están las murallas y las fortificaciones creadas para protegerla contra los ataques navales de piratas y otras fuerzas enemigas de la metrópolis.

También cuenta con otras valiosas obras, como el ex Templo de San José, la iglesia de San Francisco, la ex Hacienda Nohacal, la Alameda Francisco de Paula Toro, y la Casa del Teniente del Rey.

Guanajuato, cuya historia se remonta a la época precolombina, se convirtió en el primer centro mundial de extracción de la plata en el siglo XVIII, pasado minero que quedó plasmado en el pozo Boca del infierno, con una profundidad de 600 metros.

De esta urbe atrae la atención la arquitectura y los elementos ornamentales de las iglesias de la Compañía de Jesús y de Valenciana, la Alhóndiga de Granaditas, los Túneles Subterráneos, el Callejón del Beso y la Casa de la Tía Aura.

La ciudad de Zacatecas, constituida en 1546 después del descubrimiento de un rico filón de plata, prosperó gracias a la explotación de ese metal precioso.

Edificada en la ladera de un valle, conserva numerosos edificios antiguos, tanto religiosos como civiles, dominados por la silueta de la catedral, cuya ornamentación combina los motivos decorativos europeos con los indígenas.

También se encuentran la Plaza de Armas, el ex templo de San Agustín, la Parroquia de la Inmaculada y el teatro Fernando Calderón.

Oaxaca de Juárez, la capital del estado homónimo, fue iniciada en el año 1486 por los aztecas.

En su entorne destacan el Convento de Santo Domingo de Guzmán, la calle Alcalá de Oaxaca, el Zócalo, la Cúpula de la capilla de Rosario y el teatro Macedonio Alcalá.

Santiago de Querétaro ofrece la singularidad de conservar su núcleo indígena primigenio de calles serpenteantes, junto con los barrios trazados con arreglo a un plan geométrico por los conquistadores españoles.

Posee innumerables edificaciones civiles y religiosas de estilo barroco, profusamente ornamentados, que datan de su edad de oro (siglos XVII y XVIII) y entre los que destacan el Acueducto, las casas de la Corregidora y de la Marquesa, el patio del Museo de Arte y el templo de San Agustín.

Situada en la costa del golfo de México, la ciudad de Tlacotalpan fue fundada a mediados del siglo XVI y mantiene igualmente la presencia de la época colonial en sus calles anchas y en sus edificaciones, tales como las casas con columnatas de una gran diversidad de estilos.

También sobresalen la Plaza Zaragoza, los templos de la Candelaria y de San Cristóbal, el Parque Hidalgo y la Casa de la Cultura Agustín Lara.

Constituida en el siglo XVI para proteger el camino real del interior del país, la ciudad de San Miguel de Allende fue un verdadero crisol de influencias mutuas entre la cultura indígena, la española y la criolla. Allí se construyeron diversos edificios religiosos y civiles de estilo barroco mexicano.

Entre sus edificaciones están la Parroquia de San Miguel Arcángel, el santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, la Casa del Mayorazgo de la Canal, el teatro Angela Peralta, el Oratorio de San Felipe Neri y la Presidencia Municipal.

En la denominación de las Ciudades Patrimonio, además de sus monumentos y sitios, también se toman en cuenta el acervo cultural y artístico, así como las tradiciones.

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