Soweto, Johannesburgo, 10 dic (PL) La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy aquí que Nelson Mandela constituye un paradigma para los pueblos que luchan por la justicia y la plena igualdad, al expresar su pesar por la muerte del líder sudafricano.
Se trata de una de las grandes personalidades del siglo XX que condujo con pasión e inteligencia uno de los más importantes procesos emancipadores de la historia contemporánea: el fin del apartheid, destacó Rousseff en el homenaje masivo al expresidente de Sudáfrica en el estadio FNB de Soweto.
Su lucha contra el apartheid trascendió fronteras nacionales y dio lecciones no solo a los africanos, sino a todos los que combaten la discriminación racial y buscan un mundo de paz, subrayó ante autoridades de este país, mandatarios y exgobernantes de naciones de los cinco continentes.
Puntualizó que el régimen del apartheid que Mandela y su pueblo derrotaron fue la forma más cruel de una política que se ha visto en los últimos tiempos.
Este gran líder puso sus ojos en el futuro de su nación, de su pueblo y de toda África e inspiró la lucha contra la discriminación racial en Brasil y en toda América del Sur, enfatizó.
De la misma manera que los sudafricanos lloran a Madiba, como lo llaman en Sudáfrica, los brasileños, que tenemos sangre africana en las venas, «lloramos también a este gran líder que ahora forma parte del panteón de la humanidad», señaló.
La jefa de Estado recalcó la firmeza y determinación de Mandela, quien supo hacer de la búsqueda de la verdad y el perdón las bases de la reconciliación para una nueva Sudáfrica.
Nos inclinamos ante su memoria y transmitimos a su familia, al presidente sudafricano, Jacob Zuma, nuestro sentimiento profundo de pesar, aseveró la gobernante, la segunda de los mandatarios en intervenir en este acto, marcado por una intensa lluvia.
Rousseff llegó este martes a Johannesburgo al frente de una delegación integrada por los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva, Fernando Henrique Cardoso, Fernando Collor de Mello y José Sarney.