México, 10 dic (PL) Legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de México anunciaron hoy que durante la discusión de la reforma energética esta tarde en el Senado van a reservar todo el cuerpo de la medida.
Se prevé una larga jornada de más de 10 horas para aprobar en la Cámara alta la iniciativa que plantea cambios a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, así como 22 artículos transitorios que ponen plazo para las leyes secundarias.
La vicecoordinadora de la bancada perredista, Dolores Padierna, consideró que el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador Partido Acción Nacional (PAN) aceptarán el debate, dada la trascendencia de la reforma que se pretende aprobar.
En ese sentido, se mostró confiada de que no se repita lo sucedido con la discusión en comisiones del borrador de la reforma, la cual fue cancelada en la madrugada de este martes.
La reunión de las comisiones dictaminadoras concluyó tras el acuerdo de los senadores del PRI, PAN y Partido Verde Ecologista de México de trasladar al pleno del Senado las reservas de los legisladores del PRD y del Partido del Trabajo al artículo 28 constitucional.
De acuerdo con el senador Alejandro Encinas, harán valer el reglamento a fin de que los 21 integrantes de su bancada puedan participar en la discusión de cada uno de los artículos.
El parlamentario perredista insistió en que es un tema que tiene que ser analizado a fondo, por ello dijo esperar que priistas y panistas acepten entrar en esa discusión.
Fuera del Senado se mantienen por sexto día consecutivo los miembros del Movimiento de Regeneración Nacional, quienes reiteraron su intención de trasladarse a la Cámara de Diputados si la reforma energética es aprobada en la Cámara alta.
La propuesta también debe recibir el visto bueno de los diputados y de la mayoría de los congresos estatales antes de que sea promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto.
El mandatario espera que el proyecto quede aprobado este mes y considera fundamental la reforma para apuntalar la estancada producción de hidrocarburos del país.
Sin embargo, las fuerzas de izquierda y diversos sectores sociales consideran que la medida equivale a entregar los recursos nacionales de México a manos extranjeras, al abrir la posibilidad de la participación privada en la extracción y producción de crudo por primera vez desde 1938.