Michelle Bachelet, más cerca de la reelección

Por Enrique Torres

Santiago de Chile (PL) Tras aventajar en más de 20 puntos a su contrincante más cercana durante primera vuelta de las elecciones en Chile, la expresidenta Michelle Bachelet podría asegurar el 15 de diciembre su retorno a La Moneda.

Bachelet, quien el 17 de noviembre último recibió el 46,67 por ciento de los sufragios, se las verá ahora a solas con la candidata de la Alianza de derecha, Evelyn Matthei, solo respaldada en la primera ronda por el 25,02 por ciento de los votantes.

Al ser las mejores ubicadas entre nueve candidatos, pero ninguna alcanzar más del 50 por ciento de las papeletas, fueron convocadas al balotaje.

Con sus propuestas, Bachelet comenzó por seducir a un mayoritario sector del electorado que acudió a las urnas en las primarias del 30 de junio, cuando desató un llamado tsunami electoral en filas de la oposición, lo cual la convirtió en la candidata del pacto opositor Nueva Mayoría.

Por sí sola, obtuvo más de un millón 500 mil votos, de los poco más de dos millones recibidos en total por los aspirantes de la oposición.

También sobrepasó con facilidad a los dos candidatos que disputaban la candidatura de la derecha en ese entonces, quienes en conjunto apenas llegaron a 806 mil boletas.

Todo indica que la disposición de Bachelet a luchar contra la desigualdad, a reformar la educación, la salud, la previsión y el sistema tributario, dieron de lleno en el blanco de las demandas de un sector mayoritario de la población.

Bachelet se postuló por los partidos Socialista y por la Democracia, también con el respaldo de los comunistas, la Izquierda Cristiana y el Movimiento Amplio Social.

Luego de las primarias recibió también el respaldo de los partidos Democratacristiano y Radical Socialdemócrata, así como algunos políticos independientes, todos agrupados bajo el bloque Nueva Mayoría.

La expresidenta, de 61 años, es de profesión pediatra e hija de la antropóloga Angela Jeria y del general Alberto Bachelet, muerto de un infarto seis meses después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, y aquejado por las torturas que sufrió a manos de sus subalternos, por oponerse al cuartelazo.

Tras la asonada golpista, Bachelet fue detenida junto a su madre en centros de reclusión de la dictadura de Augusto Pinochet, hasta que en 1975 ambas son expulsadas del país.

Luego de cuatro años de exilio en Australia y Alemania, retornó en 1979 a Chile, donde continuó sus estudios de medicina y se especializó en pediatría.

Al salir de La Moneda el dictador Pinochet, Bachelet ocupó varios cargos públicos en la esfera de la salud y cursó estudios sobre estrategia militar.

Durante el gobierno de Ricardo Lagos se desempeñó como ministra de Salud en los primeros dos años de esa administración, en la que también ocupó la secretaría de Defensa, siendo la primera mujer en ocupar esa cartera en la historia de la nación.

En marzo de 2006 se convirtió también en la primera chilena en asumir la Presidencia de la República, cargo que ocupó hasta marzo de 2010, cuando entregó la banda a su sucesor, Sebastián Piñera.

El 14 de septiembre de ese año fue designada directora de ONU Mujer, una agencia de Naciones Unidas recién creada a la sazón para defender los derechos de las féminas y niñas en el mundo, responsabilidad a la que renunció en marzo último para volver a Chile y participar en la campaña electoral con la intención de retornar a La Moneda.

Entre sus propuestas programáticas defiende la educación pública y gratuita para los ciudadanos de bajos ingresos y una reforma tributaria que permitiría recaudar unos ocho mil 200 millones de dólares, dinero que sería destinado a reformar la enseñanza, con énfasis en la calidad y la gratuidad.

«La tarea más transformadora y profunda que debemos emprender es una reforma educacional que vaya desde la educación parvularia, pasando por la educación en general, hasta la educación superior (…) una reforma que asegure una educación pública de calidad, gratuita, sin lucro e integradora», expresó al presentar su programa de Gobierno.

Insistió en que las modificaciones se aplicarían tras el convencimiento de que la educación es un derecho social, y no un bien de consumo.

Para generar los ingresos que permitan llevar adelante esos planes y otras políticas sociales prioritarias, como salud y pensiones, anunció el impulso de una reforma tributaria que no solo permitirá recaudar más, sino también tener más equidad en el pago de los impuestos.

La reforma tributaria anunciada por Bachelet incluye aumentar gradualmente de un 20 por ciento a un 25 por ciento los impuestos a las empresas, mientras que el techo de los gravámenes a las personas bajaría de 40 por ciento a 35 por ciento.

También es partidaria de una nueva Constitución, que ponga fin a la actual Carta Magna, heredada de la dictadura Pinochet.

En su acto de cierre de campaña el 12 de diciembre en el capitalino Estadio Nacional, la expresidenta prometió «cambios que permitan enfrentar la desigualdad, junto con promover un desarrollo económico que llegue a todos y no a unos pocos».

Para ello dijo contar con el apoyo de la mayoría conquistada por su bloque para ambas cámaras del Congreso, triunfo obtenido en las elecciones parlamentarias del 17 de noviembre.

«ÂíSé que este domingo vamos a lograr el triunfo decisivo! Y lo vamos a hacer juntos, tal como lo hemos hecho en cada paso de este camino», exclamó.

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