Proyecto secesionista catalán alienta debate sobre futuro de España

Por Miguel Lozano

Madrid, 13 dic (PL) El anunciado propósito del gobierno de Cataluña de realizar en 2014 un referendo independentista vigoriza hoy en España un incipiente debate en torno al futuro de esta nación europea, concebida como un estado autonómico.
El presidente de la Generalitat (gobierno catalán), Artur Más, anunció ayer el acuerdo de la mayoría parlamentaria de esa comunidad autónoma del noreste de España para celebrar la consulta el 9 de noviembre del próximo año.
Los catalanes deberán contestar una pregunta compuesta: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado? y en caso afirmativo responder si favorece que sea independiente.
Inmediatamente el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró que la consulta no se realizará, por ser anticonstitucional ya que según la Carta Magna la unidad de España es responsabilidad de todos los españoles y no sólo de una parte de ellos.
El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), cerró filas con el gobierno y ratificó el rechazo a la consulta catalana y al derecho de autodeterminación de una región española como concepto.
En otra postura, Cayo Lara, coordinador de Izquierda Unida -la tercera fuerza política española- expresó su respeto hacia la doble pregunta junto a «dudas razonables» en cuanto a su redacción.
Más allá del caso específico de Cataluña, Lara reitero la defensa de un estado «federal, solidario y republicano», con el argumento de que soluciones independentistas «no van a arreglar los problemas de la clase trabajadora».
La derivación de la polémica hacia un plano más conceptual está presente asimismo en el PSOE, que como Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia -partido con representación parlamentaria- respaldan el cambio constitucional hacia un estado federal.
Esta proyección es compartida por gobiernos de comunidades autónomas como Canarias y País Vasco, descontentos con el estatus actual de sus regiones, que piden reformulaciones para reconocer las singularidades de sus territorios.
Aunque no existe aún un proyecto concreto de estado federal español, la concepción general apunta hacia un esquema con más autonomía a las regiones que las permitidas hoy a las 17 comunidades autónomas.
Abierto el debate, algunas agrupaciones políticas y gobiernos autonómicos abogan por un «federalismo asimétrico» que tenga en cuenta las particularidades de las regiones.   Sin embargo, la propuesta del estado federal no es aceptada de momento por los partidarios de la independencia en Cataluña que para evadir la traba constitucional proyectan pedir el traspaso a la Generalitat de la competencia estatal de convocar referendos.
Esa postura es argumentada con una interpretación de un artículo de la Carta Magna que permite transferir a las comunidades autónomas atribuciones del Estado, aunque se requiere aval del Congreso, con mayoría absoluta de partidos opuestos a la variante independentista.
En caso de negativa los secesionistas catalanes prevén una ley de consultas que ya el Gobierno español amenazó con anular en el Tribunal Constitucional.
De momento, las autoridades catalanas anunciaron para la próxima semana el análisis en el parlamento regional de los mecanismos para efectuar la consulta, propuesta que -quizás sin proponérselo- alienta el debate sobre el futuro estado español: ¿autonómico o federal?

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