Inmigrantes en EE.UU.: millones de historias para contar

La Habana (PL) La incapacidad del Congreso estadounidense para pasar una reforma de las leyes migratorias este año propicia que millones de personas cuenten hoy una historia de los problemas que enfrentan en ese país.

Un estimado de más de 11 millones de personas sin papeles tienen algo personal que decir, sus temores a ser deportados, abusos de empleadores, arrestos ilegales y numerosas historias que ilustrarán su vida en la sombra, entre otras irregularidades, mientras se mantienen como rehén de los políticos en Estados Unidos.

El desacuerdo entre demócratas y republicanos en el Congreso no solo afectó a extranjeros, a miles de niños hijos de inmigrantes indocumentados deportados, sino también a estadounidenses que pasan trabajo para demostrar su ciudadanía.

Recientemente, la versión digital del diario californiano La Opinión, describió el caso de Blanca Alfaro, una ciudadana estadounidense que en 1998 fue deportada a El Salvador desde un aeropuerto de Nueva York y que en 2013 pasó dos semanas en cárceles de inmigración de Texas y Louisiana.

La odisea de Alfaro, quien nació en Houston, Texas, y al fin recibió su pasaporte estadounidense en noviembre, tras años de lucha por conseguirlo, es solo una pincelada que ilustra los problemas de la injusticia del sistema migratorio existente, en un país de inmigrantes, según reconocen políticos y hasta el propio presidente Barack Obama.

Alfaro, quien nació en Houston, enfrentó el calvario de tener que demostrar que era realmente estadounidense, luego que su padre se la llevó a El Salvador a los cuatro años.

El problema de los hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos es uno de los tantos desacuerdos existentes en el Congreso y que para muchos republicanos se resuelve con negarles a estas personas un derecho reconocido por las leyes del país, la ciudadanía.

Pero esta es una de las historias menos dramáticas en comparación con otras narradas cuando la represión desatada a causa de leyes estatales contra miles de indocumentados estaba en su apogeo en 2011.

Leyes como la de Arizona y Alabama incrementaron el «terror a los agentes de inmigración» a causa de lo cual durante los años de gobierno de Obama más de millón y medio de personas fueron deportadas, una cifra sin precedentes.

Desde que los republicanos ganaron la mayoría en la Cámara Baja y disminuyeron la ventaja demócrata en el Senado en noviembre de 2010, el debate del tema migratorio estuvo supeditado a otros asuntos, pese a que los senadores aprobaron un plan de reforma integral este año sobre el cual los republicanos se niegan a legislar.

Argumentos como la seguridad en la frontera y la pérdida de empleos de los estadounidenses endurecieron la política antiinmigrante, mientras sectores conservadores del país utilizaron ese elemento para criminalizar el trabajo indocumentado.

A finales de 2011, el filme documental «Lost in Detention», transmitido el 18 de octubre por el canal de televisión pública PBS, denunció descarnadamente la situación de los deportados.

Según el reportaje, las leyes de inmigración, y en particular Comunidades Seguras, llevaron a la separación de familias, la detención en condiciones inhumanas, el abuso sexual y psicológico y el racismo.

Analistas de las campañas electorales consideran que nadie puede ser elegido o reelegido en muchos estados del país sin el voto masivo latino, lo cual parece impulsar ahora a demócratas y republicanos camino a las elecciones de medio término de 2014.

Si en esos comicios los demócratas retoman el control de la Cámara baja, estarían obligados a pasar un reforma migratoria, lo cual pudiera alejar a los republicanos de retomar el control de la Casa Blanca en 2016, estiman comentaristas políticos.

En vista de la falta de movimiento de la reforma migratoria en la Cámara de Representantes, la central sindical AFL CIO anunció recientemente el lanzamiento de una campaña contra determinados congresistas en distritos vulnerables del país, utilizando su negativa en aprobar una ley migratoria.

Una encuesta reciente de Latino Decisions encontró que los latinos pueden inclinar la balanza en las elecciones del año que viene para elegir a parte de los miembros del Congreso.

El estudio midió las opiniones de votantes hispanos que vieron una campaña lanzada por AFL CIO durante noviembre con comerciales de televisión en los mercados de Denver, Orlando y Atlanta.

Según los resultados, el 73 por ciento de los que vieron los comerciales atribuían a los republicanos la falta de una reforma, mientras que entre aquellos que no vieron los comerciales sólo 44 por ciento los culparon.

El 69 por de los que vieron los anuncios dijeron que votarán por los demócratas el año que viene, mientras que sólo 49 por ciento dijo lo mismo entre quienes no vieron los comerciales.

Esencialmente se comprueba que el Partido Republicano tiene mucho que perder y que su actitud sobre inmigración, unida a una buena campaña publicitaria, puede afectar el control de la Cámara de Representantes para enero del 2015, indican los autores de la pesquisa.

Además de sus historias personales, el estimado de más de 11 millones de inmigrantes que viven sin papeles en Estados Unidos, podrán contar a sus hijos y nietos que en 2013, el Congreso estadounidense no logró ponerse de acuerdo para aprobar una reforma integral de las leyes migratorias.

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