Economía boliviana mantuvo su tiempo de bonanza en 2013

La Paz (PL) La economía boliviana vivió en 2013 tiempos de bonanza, cual si navegara por aguas muy tranquilas, con viento a favor y sin lastre alguno que impidiera conseguir la mayoría de los objetivos, y hasta superarlos.

Al finalizar diciembre, según el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, el crecimiento marcará un 6.5 por ciento, que la colocarán entre las primeras de la región, lo cual le permitió al Ejecutivo tomar determinaciones con la intención de redistribuir las riquezas entre la población.

Consciente de que el crecimiento superaría el 4.5 por ciento, el presidente Evo Morales promulgó en noviembre el decreto supremo que orienta el pago de un doble aguinaldo -dos salarios adicionales- a los trabajadores en activo de los sectores público y privado.

La medida tuvo sus detractores, sobre todo en el sector empresarial, el cual terminó, al final, de respaldarla y solo lamentó que no se le avisara con tiempo para hacer los cálculos pertinentes.

La oposición se sumó a la campaña contraria, pero terminó por hacer mutis, sobre todo porque la inmensa mayoría de la población la respaldó, a pesar de algunos augurios sobre un posible descontrolado crecimiento de la inflación.

El alza económica, según Arce, se debe, sobre todo, a la venta de hidrocarburos a los mercados de Brasil y Argentina, los dos principales socios comerciales de Bolivia.

La referida cifra, 6.5 por ciento, constituye la más alta en los últimos 28 años y es el resultado de un nuevo modelo, denominado Social, Comunitario y Productivo, contrapuesto a la filosofía de los gobiernos neoliberales, los cuales priorizaban las exportaciones.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), superior en casi dos puntos a lo previsto desde comienzos del año, también guarda relación con el aumento de la demanda interna, según los analistas.

Si se toman como referencia los dólares, el PIB crecerá en 30 mil millones al finalizar diciembre, un 300 por ciento comparado con el crecimiento de 2006.

Por otra parte, la inflación cierra con un 7.5 por ciento y el superávit fiscal alcanza el 0.5 por ciento, lo cual lo ratifica con números positivos desde la llegada al poder del presidente Evo Morales, en 2006, luego de 66 años consecutivos con déficit.

 

DESEMPLEO Y OTROS INDICES ALENTADORES

El índice de desempleo en Bolivia apenas sobrepasa el 3.2 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), una cifra que dista mucho del 8.2 por ciento exhibido por el país en 2006, una fecha de referencia obligada a la hora de hacer comparaciones económicas.

La intención, sin embargo, pasa por mejorar la calidad del empleo, una de las tareas consideradas prioritarias por el Ejecutivo, que orientó incluir propuestas en la llamada Agenda Patriótica del Bicentenario, un programa para sacar al país de la pobreza hacia 2025, cuando se cumplan 200 años de la independencia.

El programa del empleo, según declaraciones del ministro de Trabajo, Daniel Santalla, permitirá mejorar la calidad de las labores y prevé insertar a trabajadores en diferentes instituciones, tanto en el sector público como en el privado.

Santalla destacó también que la inversión y el crecimiento económico del país, así como la productividad, permitirá ampliar la cantidad de puestos de trabajo disponibles.

Al mismo tiempo, la deuda externa boliviana apenas llega a los cinco mil millones, según el último corte, una cifra superior en 16.7 por ciento a lo reportado al finalizar el año anterior, de acuerdo con un reporte del Banco Central de Bolivia (BCB).

Al terminar 2012, la deuda boliviana a mediano y largo plazos ascendía a cuatro mil 281 millones, en tanto en octubre llegó a cuatro mil 993.1 millones, la mayor parte correspondiente a créditos contraídos con organismos multilaterales, entre ellos el Banco de Desarrollo de América Latina.

También con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, el Fondo Nórdico de Desarrollo y la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Por otra parte, el BCB informó también que la deuda bilateral asciende 777.7 millones de dólares, el 55 por ciento correspondiente a China, y el 20 a Venezuela, en tanto precisó que los compromisos a corto plazo se redujeron en 92.5 por ciento para cerrar en 6.4 millones de dólares.

La deuda externa boliviana equivale al 17.4 por ciento del PIB del país.

 

VENTAS DE GAS PROPULSAN LA ECONOMIA

Bolivia anunció recientemente ventas de Gas Licuado de Petróleo a Perú y también adelantó el aumento de los envíos a Paraguay, sobre todo del excedente de la Nueva Planta Separadora de Líquidos de Río Grande, en el oriental departamento de Santa Cruz.

Las cifras no son altas, pero se suman al promedio mensual, cercano a los 50 millones de metros cúbicos por día que salen del país con destino a los varios mercados en la región, como Brasil y Argentina.

Las exportaciones de gas son por mucho la principal entrada de divisas al país, y solo Argentina recibe cada día 17 millones de metros cúbicos, una cifra que ascenderá el año próximo a 19 millones.

A todo esto vale añadir el amplio y vigoroso movimiento constructivo, con la edificación de miles de viviendas, la construcción de importantes carreteras que unirán lugares estratégicos y la construcción de industriales de trascendental importancia para los proyectos futuros bolivianos.

Todo eso, además del crecimiento en la esfera de los textiles, la revitalización de la minería, el auge de la actividad turística y la producción de alimentos, cimientan una economía que proyecta mejores indicadores para el próximo año.

En la producción de alimentos, destaca la intención gubernamental de alcanzar el autoabastecimiento en harina de trigo y multiplicar la producción de carnes con la intención de superar las 15 mil toneladas para la exportación.

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