Washington, 17 dic (PL) Los senadores de Estados Unidos acordaron hoy avanzar el proyecto de presupuesto para los próximos dos años, el primero consensuado en el Congreso desde 2009 y que evita un cierre parcial del Gobierno como el de octubre pasado.
Con 67 legisladores a favor y 33 en contra, la Cámara alta despejó el camino para efectuar mañana la votación final del plan y, si lo aprueban, remitirlo entonces al presidente Barack Obama en busca de la promulgación.
Un grupo de 15 congresistas republicanos se sumaron a la mayoría demócrata de ese pleno para promover la iniciativa bipartidista, pese a los esfuerzos de sus correligionarios para deshacer la supresión de los beneficios de los jubilados militares.
El proyecto contempla esa medida y otras como el incremento de las contribuciones de los jubilados del sector estatal, un alza de las tarifas de aviación y ajustes en los pagos de los hospitales y el servicio postal, con vistas a reemplazar los recortes automáticos al gasto federal previstos en 2014 y 2015.
Además, aumenta a más de un billón de dólares los fondos del Estado en ese bienio.
La senadora demócrata Patty Murray y republicano Paul Ryan, ambos encargados del tema presupuestario en el Congreso, presentaron hace una semana el plan tras varias semanas de negociaciones.
La Cámara de Representantes -dominada por la oposición republicana- lo aprobó el jueves pasado con 332 votos a favor y solo 94 en contra.
Si logra el visto bueno del Senado, el proyecto ayudará a evitar otra crisis fiscal como la de octubre, cuando el Gobierno estuvo 16 días paralizado y a punto de caer en el cese de pagos por la falta de recursos financieros.
En consecuencia, durante ese período 800 mil empleados estuvieron en sus casas sin sueldo y hubo afectaciones en los servicios de salud, seguridad social y alimentación que benefician a millones de niños, mujeres embarazadas, ancianos y veteranos de guerra.
Mientras tanto, una encuesta conjunta de la cadena informativa ABC y el diario Washington Post mostró este martes que 50 por ciento de los estadounidenses apoya el nuevo plan presupuestario y solo 35 tiene opiniones negativas sobre su contenido.