“Sólo buscamos demostrar en esta obra ilustrada que detrás de cada placa, de cada uniforme, de cada rostro, está un ciudadano con sentimientos, con temores, con fracasos, con triunfos, con alegrías”, resaltó el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), doctor Jesús Rodríguez Almeida, durante la ceremonia de presentación del libro fotográfico Una Gran Policía para una Gran Ciudad.
Luego de un breve agradecimiento a todos los hombres y mujeres que participaron en la elaboración del material gráfico, el titular de la dependencia valoró el carácter humano-testimonial de las fotografías y consideró que “es un homenaje para todos los que trabajamos en la Secretaría”. Y adelantó: “probablemente el año que entra vamos a hacer la segunda parte y buscaremos ahora reflejar a otros que no se ponen el uniforme, pero que también son parte fundamental para el funcionamiento de la Secretaría”.
En su oportunidad, la periodista Beatriz Pagés Rebollar, directora de la revista ¡Siempre!, quien participó como oradora principal en la ceremonia, consideró que con este trabajo el autor se coloca en el ángulo de la reivindicación de un oficio, el oficio de policía, ahora ya una profesión reconocida; tradicionalmente estigmatizado, vilipendiado y menospreciado.
“Nos muestra el rostro de una nueva generación de hombres y mujeres, de jóvenes, de mexicanos que buscan convertir su responsabilidad, su compromiso con la justicia, en un acto de honor y de dignidad”, subrayó.
Al enumerar varios de los cuerpos de policía que integran la SSP-DF, la periodista confesó que a ella y a la ciudadanía en general, les gustaría saber más de algunas de sus unidades especializadas “para respetarlas más”. Por ejemplo, destacó la importancia del papel de la mujer en las diferentes corporaciones policiales: “en el libro hay fotografías muy elocuentes, en las que sobresale el lazo rosa de la lucha contra el cáncer de mama, … ese símbolo las humaniza; son mujeres que combinan la femineidad con la dureza, …que desde el anonimato han contribuido a romper paradigmas, porque han demostrado no solo la fuerza, sino la ética, el respeto a los derechos humanos, la severidad en la aplicación del reglamento. Eso las convierte en ejemplo de eficiencia y prevención”.
Y advirtió sobre la actitud mostrada por el jefe de Gobierno, doctor Miguel Ángel Mancera, Espinosa, durante las movilizaciones en la capital por parte del magisterio, con motivo de la reforma educativa: “Un ejemplo de prudencia, tolerancia y actitud republicana. Digan lo que digan… la capital del país está gobernada por un político responsable, desprendido de fobias y fanatismos”, consideró.
Beatriz Pagés también reflexionó sobre la importancia de la capacitación en la policía y cuestionó: “¿pero quién capacita al ciudadano? Tal vez a futuro necesitaríamos presentar un libro sobre el ciudadano ideal, dicho a quemarropa, pues no existe en la capital, ni en el país, una cultura ciudadana… el policía necesita para ser más eficiente y honesto de un ciudadano consciente, no solo de sus derechos sino de sus obligaciones”.
Por su parte, el autor del libro gráfico, Jorge Luis Gallegos, fotógrafo de diversos medios de circulación nacional como El Nacional, Reforma, El Financiero, Milenio y El Universal, así como de revistas como Proceso y Día Siete, entre otras, agradeció primeramente a cada uno de los policías que permitieron estar en sus actividades, “a pesar de los momentos complicados, complejos que les tocó vivir y con espacios cotidianos, donde la pose era imposible”.
Coincidió con las apreciaciones de la directora de ¡Siembre! y el jefe de la policía capitalina: “este libro es un homenaje, un reconocimiento al esfuerzo de todos los elementos que conforman la Secretaría”. Aclaró que “la policía que vemos en el libro es real; es la policía en su complejidad representada. Lo que cada uno quiera ver será o es otra opción”.
Y destacó: “se busco resaltar la parte humana de los hombres y mujeres que conforman la policía del Distrito Federal, la policía que avanza a un profesionalismo a la altura de una ciudad con enormes complejidades, con otra perspectiva, otro acercamiento a esas miradas rudas o serias… esas a las que nos tienen acostumbrados para imponer posible respeto. Pero aquí, en este libro, nos regalan su rostro real, sensible, franco, lleno de humanismo”, finalizó