Caracas, 25 dic (PL) Hugo Chávez «fue un hombre que lo que dijo con sus labios lo cumplió con sus hechos» declaró hoy el sacerdote jesuita Luis Molina.
En entrevista transmitida por Venezolana de Televisión, el religioso destacó que el fallecido presidente es un ejemplo de humildad y de perdón sincero, al tiempo que agradeció a «Dios de haber acompañado al presidente en algunos momentos y de bendecirle su escapulario», precisó.
El prelado definió a Chávez como «un gran evangelizador, y un ejemplo de humildad y solidaridad».
El padre Molina reconoció que todos los programas sociales (misiones) creados y desarrollados por el desaparecido presidente de Venezuela fueron para ayudar a su pueblo, responder a sus necesidades sociales.
En su diálogo mañanero con la televisora estatal el religioso se refirió a momentos de la vida de Chávez de acercamiento a su pueblo y de la grandeza de su espíritu.
Recordó cuando en abril de 2002 «llegó con un crucifijo pidiendo paz, luego de que casi lo matan los mismos que se habían reunido con él en unas mesas de diálogo, y a pesar de eso les ofreció una amnistía para perdonarlos, esto sólo puede hacerlo un hombre lleno de amor y con un corazón lleno de perdón», expresó.
Molina llamó a la paz y recordó a los venezolanos que lo hecho por el fallecido presidente deberá «valorarse en la historia de Venezuela».
En ocasiones, manifestó, oímos al comandante «decir me consumiré gustoso de entregar mi vida a la Patria» y destacó que él entregó la vida a la patria como lo hizo Cristo y como lo hizo Bolívar».