París, 31 dic (PL) El conductor de la selección de fútbol francesa y estrella del equipo alemán Bayern Munich, Franck Ribéry, finaliza hoy un año plagado de éxitos que lo dejó entre los tres aspirantes al codiciado Balón de Oro.
Ribéry fue la figura fundamental en los partidos decisivos para conseguir la clasificación gala hacia el torneo del orbe de Brasil 2014, donde la ausencia de los «blues» habría constituido un grave fracaso para el deporte nacional.
Además, con su club logró una lluvia de títulos, como la corona de la Bundesliga, la Copa de Alemania, la Liga de Campeones y la Supercopa Europea y, como punto culminante, se alzó con el torneo de clubes del mundo el 21 de diciembre en Marruecos.
El único galardón que se le escapó este año al Bayern fue la Supercopa alemana, la cual quedó en manos del Borussia Dortmund.
Con estos resultados el futbolista puso fin a las críticas de aficionados y especialistas, quienes le cuestionaban por dar mucho a su equipo, pero muy poco a la selección de su país.
Tras sus incuestionables éxitos durante el año que termina este martes, el primer mes de 2014 será de particular importancia para Ribéry.
El día 13, junto al portugués Cristiano Ronaldo, del Real Madrid, y el argentino Lionel Messi, del Barcelona, conocerá quien de los tres obtendrá la máxima presea individual del balompié mundial, el Balón de Oro.
Esta decisión debió hacerse en diciembre, pero la Federación Internacional de Fútbol Asociación acordó ampliar el período de votaciones, una medida cuestionada por algunos analistas.
Si conquista este premio, Ribéry se convertirá en el quinto jugador francés en conseguirlo, tras Raymond Kopa (1958); Michel Platini (1983, 84 y 85); Jean-Pierre Patin (1991); y Zinédine Zidane (1998).
Pero el astro galo tiene, además, otro compromiso de naturaleza muy diferente al ámbito deportivo.
Entre el 20 y el 23 de enero comparecerá ante un tribunal francés donde está acusado de haber mantenido relaciones sexuales pagadas con una mujer cuando ésta era menor de edad, un delito castigado aquí con prisión de uno a tres años y multa de hasta 45 mil euros.