Tegucigalpa, 2 ene (PL) Los festejos por fin de año dejaron luto a familias hondureñas víctimas de la venta indiscriminada de artefactos explosivos y de la irresponsabilidad de personas que realizaron disparos al aire para celebrar.
De acuerdo con cifras oficiales, durante la noche del 31 de diciembre y madrugada del 1 de enero la sala de emergencias de pediatría del Bloque Materno Infantil en el Hospital Escuela Universitario recibió a 69 menores con distintos tipos de afecciones.
Varios niños fueron ingresados por quemaduras de pólvora en el rostro, en las manos y otras zonas del cuerpo, algunos de ellos reportados con peligro para la vida dada la gravedad de las lesiones.
También se reportan decenas de personas heridas por balas perdidas y tres menores fallecidos por esa causa.
Por otra parte, el uso de artefactos explosivos y pirotécnicos provocaron incendios en viviendas y dejaron serias pérdidas económicas, además de registrarse varios accidentes automovilísticos como consecuencia de conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.