Lima, 6 ene (PL) Una guardia urbana vecinal allanó un prostíbulo de la ciudad norandina peruana de Cajamarca y azotó y expulsó a las mujeres que allí operaban, así como a los empleados del local nocturno.
El grupo de civiles integrantes de las Rondas Urbanas, versión citadina de las tradicionales rondas campesinas de las comunidades de la región cajamarquina, irrumpieron en el local denominado «Alondra».
Usando sus característicos látigos hechos con vísceras de reses, lanzaron a la calle a las mujeres, ataviadas con diminutos vestidos, así como a los mozos, guardianes y otros trabajadores.
En la vía, azotaron a las mujeres una por una, las identificaron y les ordenaron que vuelvan a sus casas o a sus pueblos de origen y abandonen la prostitución y a los hombres les aplicaron similar castigo y los obligaron a hacer ejercicios similares a los militares.
El líder del grupo, Fernando Chuquilín, defendió la acción cumplida con el objetivo de combatir la prostitución y la delincuencia y advirtió que continuarán operaciones similares.
Las Rondas Urbanas realizan acciones punitivas similares contra ladrones, jóvenes de conductas marginales y hasta protagonistas de casos de adulterio, sin que interfiera la policía, cuyos mandos afirman que son un instrumento eficaz contra la delincuencia.