Kerry retorna a Washington sin resultados concretos

Ramallah, 6 ene (PL) El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, retornó hoy a Washington dejando atrás un panorama confuso de la situación real en las paralizadas negociaciones entre palestinos e israelíes, cada vez más enfrentados.

Fuera del apoyo reiterado de las autoridades sauditas a la premisa de tierra por paz, que el Gobierno de Tel Aviv no está dispuesto a aceptar, el décimo periplo levantino desde que asumió el cargo en febrero pasado ha dejado al funcionario estadounidense más sinsabores que esperanzas.

Para Kerry los augurios eran sombríos, tanto por las evasivas del primer ministro israelí, Binjamin Netanyahu, respecto a las demandas palestinas, como por el apoyo de la Liga Árabe a la negativa palestina de aceptar una presencia militar israelí dentro de su planeado Estado independiente.

Horas de reuniones entre Kerry y Netanyahu no arrojaron saldos concretos en temas claves como la seguridad del valle del Jordán, a cuya posesión Israel aspira, o el estatuto de Jerusalén, anexada en 1980 por Israel con la inacción cómplice de Washington y otras potencias occidentales.

El tema Jerusalén debe haber sido el centro del encuentro del jefe de exteriores estadounidense con el monarca jordano Abdallah II, custodio de los lugares santos del Islam en esa ciudad, objetos de crecientes agresiones por pobladores judíos radicales que los han atacado en varias ocasiones.

La buena cara que puso Kerry al mal tiempo cuando declaró el sábado que «existen avances en las negociaciones para un acuerdo marco de las conversaciones» fue insuficiente para contrapesar las contradicciones de fondo entre las partes.

Resulta evidente que el presidente palestino, Mahmoud Abbas, no confía mucho en la voluntad real de Washington para hacer entrar en razones a Israel, su aliado estratégico en Levante, capaz de ejercer presiones internas en Estados Unidos a través del poderoso grupo sionista de cabildeo en el Congreso.

Para demostrar que esa es una fuerza a tener en cuenta, el senador John McCain se entrevistó con las autoridades israelíes en paralelo con las gestiones de Kerry y calificó de legítimas las inquietudes israelíes por su seguridad en caso de surgir el Estado palestino independiente.

El fallido candidato presidencial se abstuvo de explicar cómo los palestinos, casi inermes pueden amenazar al Ejército israelí, uno de los 10 más poderosos del mundo, dotado con armas atómicas, por si fuera poco su poderoso arsenal con tecnología de punta.

A pesar de los magros resultados, Kerry anuncia el retorno al área la próxima semana, otro compás de espera para una crisis creada en gran parte por los gobiernos de su país en los 65 años desde que el extinto presidente Harry Truman diera el Sí a la creación de Israel movido por razones electorales.

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