Estudio advierte sobre fisuras de seguridad nuclear en EE.UU.

Washington, 8 ene (PL) Estados Unidos, con el mayor número de armas atómicas en el mundo, afronta problemas para garantizar la adecuada seguridad nuclear de la nación, evidencia hoy un estudio divulgado hoy.

Washington se ubica en materia de seguridad, en el puesto 11 de los 25 países que poseen material para hacer un bomba atómica -un kilogramo o más de sustancias como el uranio altamente enriquecido-, destacó la Iniciativa de Amenaza Nuclear, grupo privado no partidista que busca evitar el aumento del arsenal nuclear en el mundo.

De acuerdo con la pesquisa, el país que tiene la mejor seguridad nuclear es Australia, seguido de Canadá, Suiza, Alemania y Noruega.

En el caso de Estados Unidos, advierte que posee sus propias vulnerabilidades, con materiales radiactivos almacenados sin la suficiente seguridad, lo cual los hace susceptibles al robo o venta en el mercado negro y su llegada a individuos u organizaciones terroristas.

Destaca dos incidentes recientes que subrayan los problemas en el control de materiales nucleares que pueden usarse en armas.

El primero ocurrió en julio de 2012, cuando un grupo de manifestantes entró en el complejo Y-12 en Oak Ridge, estado de Tennessee, donde se almacena uranio para hacer bombas, se elaboran ojivas y el combustible nuclear para la Marina.

La Iniciativa de Amenaza Nuclear también recuerda el despido en octubre último de quien ocupaba el segundo puesto en importancia en el Comando Estratégico de Estados Unidos, entidad a cargo de los planes de guerra y que opera el arsenal nuclear en caso de ser ordenado por el presidente.

El vicealmirante Tim Giardina fue cesado en sus funciones por acusaciones de apuestas y actos de corrupción, lo que genera dudas acerca de la seguridad de los secretos nucleares del país, alerta la investigación.

El caso de Giardina, junto con la entrada a Oak Ridge, sugiere que resulta «peligroso e inaceptable» creer que la seguridad de los materiales nucleares en Estados Unidos esté garantizada, agregó.

Para hacer una bomba se requieren cantidades relativamente pequeñas de uranio o plutonio altamente enriquecido, una de las pretensiones manifiestas de grupos terroristas como Al Qaeda.

El resultado de que un arma nuclear llegue a manos de terroristas o Estados hostiles sería catastrófico, con graves consecuencias que afectarían las economías, el comercio, los ejércitos, la salud pública, el medio ambiente y la estabilidad de los gobiernos alrededor del mundo, subrayó el reporte.

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