Aumenta laboreo en legendaria finca tabacalera cubana

Pinar del Río, Cuba, 9 ene (PL) Pese a condiciones meteorológicas adversas, en la antigua vega cubana del famoso tabacalero Alejandro Robaina aumenta el laboreo ante el avance de la actual cosecha, iniciada en diciembre.

La alta humedad en los campos debido a las lluvias obligó a los labriegos de esta zona, mayor productora de la hoja en Cuba, a extremar las medidas para evitar la incidencia de plagas y daños en el tradicional cultivo.

Sembrar temprano es una de las garantías para lograr óptimas recogidas, aseguró a Prensa Latina Hiroshi Robaina, nieto de Alejandro y actual administrador de El Pinar, una centenaria propiedad de Cuchillas de Barbacoa, en la occidental provincia de Pinar del Río.

Con fórmulas propias como el empleo de maní en polvo y otros nutrientes para enriquecer los sembradíos, el joven cultivador aspira a obtener más de 30 por ciento de capas para el torcido de exportación.

Del famoso veguerío, visitado cada día por decenas de viajeros, sale la materia prima para confeccionar Vegas Robaina, un sello de cinco vitolas que se comercializa con éxito en el mundo, afirmó el cosechero.

En su cuarta contienda solo, luego de la muerte de su abuelo, Hiroshi sembró 100 mil posturas de tabaco tapado, el cual crece bajo finas mantas y proporciona las vistosas hojas para cubrir los Habanos.

Ya terminamos esa etapa -precisó-, comenzamos a recolectar en diciembre pasado, con cuidados esmerados.

Plantar igual cantidad de tabaco de sol, que proporciona la tripa o relleno de los puros, es la prioridad ahora de los campesinos del lugar.

No busco lauros, trabajo para lograr resultados y mantener el prestigio de los Robaina, una estirpe de campesinos dedicados por entero al cultivo tabacalero desde la época de mis antepasados canarios, respondió al ser interrogado sobre el premio Hombre Habano.

Sabíamos que sería una contienda compleja por la persistencia de las lluvias en una etapa crucial, es pronto para pronósticos pero hasta el momento la cosecha es magnífica en el veguerío de El Pinar, sentenció con optimismo el productor.

Distante 140 kilómetros de La Habana, Pinar del Río aporta el 70 por ciento de la producción nacional de la hoja y elevados porcentajes de capas para vestir los Habanos.

Organizadas de forma progresiva para escalonar las labores, las siembras comienzan en los últimos meses del año y terminan por lo general en enero.

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