Washington, 9 ene (PL) El gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie, pidió disculpa hoy por el provocado cierre de un puente que une a su estado con Nueva York y que es motivo de un escándalo.
Durante una rueda de prensa en Trenton, la capital estatal, un Christie notablemente contrariado dijo que ya despidió a un miembro prominente del personal de su equipo involucrado en la creciente controversia sobre el cierre del puente.
Estoy avergonzado y humillado por la conducta de algunas de las personas de mi equipo, dijo. No hay duda en mi mente que la conducta de ese personal es completamente inaceptable, puntualizó.
El empleado despedido fue la jefa de su staff, Bridget Ann Kelly, por su papel en la instigación del cierre del puente George Washington, lo que según algunos fuentes fue un acto de venganza política contra el alcalde demócrata de Fort Lee, Nueva Jersey, Mark Sokolich, por negarse a apoyar la reelección de Christie.
Todas las personas que fueron afectadas por esta conducta merecen esta disculpa y tengo que pedir disculpas a ellos por mi fracaso como gobernador de este estado al no comprender antes la naturaleza de los hechos, puntualizó.
El caso que involucró a Christie puso en peligro su posición como el líder de los posibles aspirantes republicanos a la nominación por la presidencia en los comicios de 2016, indicaron voceros republicanos.
Algunos fuentes estiman que una investigación anunciada por un fiscal federal complicará las relaciones del político con los legisladores en el país y afectará la agenda para su segundo mandato como gobernador del llamado Estado Jardín.
El gobernador había negado anteriormente cualquier conocimiento o participación en los cierres del puente, y ahora tuvo que admitir que personal de su entorno promovió la medida.
Los demócratas de Nueva Jersey han solicitado una investigación federal sobre los cierres y se espera que la oficina del fiscal de Estados Unidos abra una pesquisa sobre el asunto, señala hoy el diario The New York Times.
Según reseña el Times, la divulgación de los correos electrónico de los funcionarios estatales participantes que desencadenaron el escándalo amenazan con socavar el futuro político de Christie, una de las principales figuras del Partido Republicano y un posible candidato para la nominación presidencial del partido en el año 2016.
Según fuentes demócratas de la legislatura estatal, «lo peor aún está por venir».