Madrid, 10 ene (PL) Una investigación del museo madrileño Thyssen-Bornemisza refuta el mito sobre problemas de visión de El Greco y afirma que las diferencias apreciadas en sus obras corresponden al desarrollo conceptual del artista.
La investigación puede verse en una exposición abierta hoy hasta el 2 de marzo, denominada De Italia a Toledo, que incluye cuatro piezas: Cristo abrazando la cruz (1587-1596), La Inmaculada Concepción (1608-1614), La Anunciación de 1576 y otra pintada 25 años después.
Susa Pérez, restauradora del museo, citada por Televisión Española, precisó que en realidad el pintor renacentista fue poco a poco liberándose, sobre todo en su última etapa, de los encajes académicos a los cuales debió ceñirse años antes.
El estudio comparativo de cuatro obras de diferentes etapas buscaba definir si el cambio estético de su trayectoria se correspondía con un cambio en la técnica y la respuesta fue positiva, dijo por su parte Ubaldo Sedano, jefe del Área de Restauración del museo.
Si comparamos La Anunciación de 1576 y la que pintó 25 años después, hubo una gran evolución: pasó de una influencia de los maestros venecianos y del Renacimiento italiano, hecha en Roma, a otra, ya en Toledo, donde el espacio se distorsiona, afirmo Sedano.
De acuerdo con la investigación, en su etapa española perdió el dibujo subyacente y efectuó pinceladas sueltas y más subjetivas. En sus últimos años llegó a alargar las figuras y desdibujó las formas con toques impresionistas, liberado ya de las normas.
En el estudio los expertos obtuvieron fotografías de alta resolución y reflectografías infrarrojas para visualizar las capas bajo la pintura visible y conocer los cambios realizados por el pintor, así como análisis químicos para conocer la composición y distribución de los materiales.
El análisis forma parte de un programa para recordar el 400 aniversario de la muerte de El Greco, nacido en Creta e hijo ilustre de la ciudad española de Toledo, donde falleció después de crear muchas de sus obras más significativas.