Washington, 14 ene (PL) Un juez estadounidense dictó una orden de restricción temporal contra la empresa Freedom Industries para preservar las evidencias sobre el derrame tóxico en un río de Virginia Occidental, donde hubo al menos 300 mil afectados por el incidente.
El magistrado James Stucky también fijó una audiencia el próximo día 23 para determinar si levanta o extiende la medida, la cual impide a la compañía modificar cualquier estructura, equipos, materiales y condiciones de la planta donde ocurrió el accidente mientras se investigan las causas.
Además, recibió hasta el momento 19 demandas contra Freedom Industries por daños y perjuicios derivados del vertido.
El jueves pasado cayeron al río Elk al menos cinco mil galones de la sustancia metilciclohexano metanol que estaba contenida en un tanque de 40 mil.
La fuga del producto tóxico se originó en una fábrica de tratamiento de carbón de Freedom Industries, también contaminó una central de suministro de agua y, en consecuencia, afectó a nueve condados de Charleston, la capital de Virginia Occidental.
La Casa Blanca declaró el derrame como un desastre y las autoridades del territorio decretaron la emergencia en las zonas impactadas, donde se cerraron escuelas, bares y restaurantes, y la población estuvo imposibilitada de consumir agua corriente durante cuatro días.
Virginia Occidental levantó ayer la prohibición para consumir el líquido en algunas áreas, pero mantuvo la veda en otras.
El metilciclohexano metanol no es mortal, ni siquiera en su forma más concentrada, pero se ordenó a las personas evitar incluso lavar sus ropas con el agua contaminada, porque la sustancia puede causar diversos síntomas, desde irritación en la piel y sarpullido hasta vómitos y diarrea.