Santiago de Cuba, 14 ene (PL) La productora Mundo Latino estrenó hoy en esta ciudad el documental Cuando tiembla la tierra, con un recorrido por el comportamiento sismológico en el país desde que se tienen registros de esos fenómenos naturales.
Omelio Borroto, realizador del audiovisual de casi una hora, enfatizó en la necesidad de la preparación de la población ante los temblores de tierra, que ya suman cuatro perceptibles en lo que va de año, tres de ellos en la zona centro-occidental, donde son menos frecuentes que en el Oriente.
De la mano del doctor Manuel Iturralde Vinent, presidente de la Sociedad Cubana de Geología, la obra muestra opiniones de expertos del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, con sede aquí, y de personas que vivieron el terremoto del 20 de marzo del 2010 en esta urbe.
La travesía exhibe parajes cercanos a la costa sur-oriental junto a la Sierra Maestra, donde se aprecian trazas de la evolución geológica y en particular en la falla Oriente, en la interacción de las placas de Norteamérica y El Caribe, principal franja sismogeneradora en Cuba.
El documental alude al temblor de enero del 2010 en Haití, considerado el más desastroso en el Caribe, cuyo negativo impacto se agravó por la falta de adiestramiento popular y los problemas de infraestructura para enfrentar una catástrofe de esa naturaleza.
Particular interés despierta la visita a la estación de Río Carpintero, una de las primeras en Cuba y ubicada en las inmediaciones de la Gran Piedra, cuyos instrumentos han registrado esas señales de liberación de energía y sacudidas desde lo más profundo de las entrañas de la tierra.
La pieza de Mundo Latino recorre también el municipio serrano y costero de Guamá, en la zona de mayor ocurrencia de sismos en la geografía nacional; la fortaleza de San Pedro de la Roca, junto al mar Caribe y las montañas, y edificios altos donde se perciben de modo especial esos movimientos telúricos.
Un viaje a San Cristóbal, en la occidental provincia de Pinar del Río, evoca el devastador terremoto ocurrido allí en 1880, que destruyó el poblado y fue percibido en Cienfuegos y La Habana, en la península de Yucatán y en los cayos de La Florida.