Irak vive otra jornada de horror con 73 muertos y 128 heridos

Bagdad, 15 ene (PL) Esta capital y varias ciudades de Irak vivieron hoy una jornada de horror durante la cual 73 personas murieron y 128 resultaron heridas por atentados dinamiteros y ataques armados, todos confirmados por fuentes oficiales.

La violencia impelió al primer ministro Nuri al Maliki dirigir una alocución al país y al mundo en la cual recaba ayuda contra entidades islamistas consideradas responsables de ejecutar los mortíferos atentados sobre todo en zonas en las que residen musulmanes chiítas.

Sólo en la zona metropolitana 37 personas murieron por el estallido de coches bombas en los distritos de Karrada, Al Shuala y Maamil.

Otra cosecha de muerte, 18 víctimas, ocurrió en la norteña ciudad de Baquba, cuando una bomba estalló en medio del funeral de un miembro de la milicia Sahwa (Amanecer, en árabe) integrada con exmiembros de la red al-Qaeda que cambiaron lealtad a principios de la década pasada.

Ataques también mortíferos se registraron en la provincia de Diyala, al oeste, y en la ciudad de Mosul, al norte, acorde con la reseña oficial que se abstiene de detallar cifras.

Este país está sumergido en una vorágine de violencia que el año pasado cobró nueve mil 500 víctimas fatales en el resurgimiento de un conflicto entre la comunidad musulmana sunita, que se siente discriminada, y el Gobierno del Primer Ministro chiíta.

Antes de la invasión y ocupación militar estadounidense en 2003 los conflictos confesionales eran desconocidos en este país levantino de cultura milenaria.

El primer ministro al Maliki acusó en su alocución televisada a la organización clandestina Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL), rama local de la red al-Qaeda, de «querer crear un miniestado diabólico en Irak».

Esta batalla será larga y continuará. Si nos mantenemos en silencio significará la creación de miniestados diabólicos que impondrán el caos en la región y en el mundo, afirmó el jefe de Gobierno.

En tanto, las milicias EIIL reivindicaron nuevos avances en Ramadi, la capital de la gobernación occidental de al Anbar, abandonada hace más de dos semanas por el Ejército después de desmantelar un campamento de protesta antigubernamental.

El peso de los combates con EIIL lo llevan milicianos tribales de la zona debido a que el primer ministro al Maliki, se ha abstenido de ordenar el avance del Ejército «para evitar víctimas civiles».

La víspera, al Maliki se entrevistó con el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, quien le manifestó el apoyo de su Gobierno en el combate con las agrupaciones armadas ligadas a al-Qaeda.

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