La Habana, 15 ene (PL) Hijo de inmigrantes rusos, Juan Gelman (Buenos Aires 1930-México 2014) se inició en la poesía desde muy pequeño gracias a su hermano Boris, e hizo de este arte una herramienta eficaz de compromiso y denuncia social.
Autor de más de 30 títulos, el Premio Cervantes 2007 apenas tenía nueve años cuando le compuso un poema a Anita, dos años mayor que él, para conquistar su amor.
Aunque el intento no llegó a feliz término, trazó un futuro luminoso en el que antes abandonó su carrera de Química, iniciada en 1948, para dedicarse por completo a las letras, un destino donde el periodismo también tuvo en él una pluma vigorosa.
Como periodista se desempeñó como jefe de redacción de la revista Panorama (1969), secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión (1971-1973), secretario de redacción de la revista Crisis (1973-1974) y jefe de redacción del diario Noticias (1974).
Tras la instauración de la dictadura militar a inicios de la década de los setenta del pasado siglo, Gelman tuvo que abandonar Argentina en 1976 para exiliarse en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México, donde fijó residencia permanente hasta su muerte ocurrida ayer.
Testigo excepcional y directo de ese triste y desgarrador episodio en la historia de la nación suramericana emerge la carta que el también Premio Nacional de Poesía en Argentina (1997) le escribiera a su nieta desaparecida, cuatro años antes de su hallazgo en 2000 en Montevideo, Uruguay, cuando tenía 23 años.
«(…) Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar (…)».
Uno de los autores más destacados de habla hispana, comenzó su militancia política a los 15 años en la Federación Juvenil Comunista, motivo por el que en 1963 fue encarcelado con otros escritores miembros de esta organización.
Definido por el escritor español Juan Cruz como «el poeta de los ojos tristes», Gelman conoció de cerca el dolor tras la desaparición de su hijo y nuera, embarazada durante la dictadura, pero nunca lo transformó en odio.
«Se suele ser revolucionario en el modo de la rabia: Juan Gelman lo es sobre todo en el modo de la ternura», dijo en una oportunidad Jorge Riechamn.
En 1988 regresó por primera vez a Argentina, donde su última visita tuvo lugar en agosto del pasado año para presentar su libro Hoy.
De su obra poética destacan su primer título publicado Violín y otras cuestiones (1956), Gotán (1962), Fábulas (1970) y Salarios del impío (1993), que le hicieron merecedor de los premios Juan Rulfo (2000), y los iberoamericanos Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía, ambos en 2005.