México, 20 ene (PL) Las cenizas del poeta argentino Juan Gelman, fallecido la semana pasada en esta capital, fueron expandidas en la localidad donde naciera su homóloga Sor Juana Inés de la Cruz en el año 1651, se informó hoy.
Estas fueron echadas por su viuda, Mara Lamadrid, sobre un riachuelo en el poblado de Nepantla, ubicado en el municipio de Tepetlixpa, del Estado de México.
El secretario de Cultura del Distrito Federal, Eduardo Vázquez, a través de su sitio en Facebook, afirmó que una veintena de amigos y familiares, entre ellos su nieta Macarena, asistieron a la ceremonia que cumplía ese deseo del poeta, escritor y traductor.
Gelman, quien nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930 y vivió en México durante unos 25 años, escribió más de 30 libros y hasta sus últimos días redactó una columna semanal para el diario Página 12, de su país natal.
Obtuvo numerosos galardones, entre estos los premios Cervantes (2007); de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), así como los de poesía Ramón López Velarde (2003), Pablo Neruda (2005), Reina Sofía (2005), y de Bellas Artes (2012).
En entrevista publicada hoy por el diario La Jornada, Macarena Gelman, residente en Uruguay, expresa que «no es lo mismo conocer al poeta, al escritor que hizo tantas cosas en su vida y merecedor de reconocimientos inmensos, que al abuelo Juan.
Me resulta difícil hablar de él, porque se espera que hable del hombre público. Y para mí, es parte de mi intimidad, dijo.
Por la distancia, agregó, aprovechábamos todas las oportunidades para vernos. A México habré venido unas cinco veces. Y nos veíamos en Buenos Aires; lo acompañé cuando el premio Cervantes en España.
Los padres de ella, Marcelo Gelman y María Claudia García, fueron secuestrados el 24 de agosto de 1976 por el ejército de la entonces dictadura argentina y posteriormente asesinados.
García, que tenía un embarazo de siete meses y medio, fue secuestrada y llevada a Uruguay, donde dio a luz antes de ser desaparecida.
La recién nacida fue entregada a quienes consideró eran sus padres, hasta que a los 23 años de edad supo la verdad por boca de su madrastra.
Macarena fue buscada incesantemente durante años por su abuelo paterno, hasta que ella fue identificada en el año 2000.