El mensaje del líder de autodefensas de Tepalcatepec, Michoacán, José Manuel Mireles -transmitido el 13 de enero en televisión nacional-, en el que acataba a nombre de estos grupos el llamado del gobierno federal a dejar las armas, fue «distorsionado», según el mismo Mireles.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, cuyo avance se difundió este lunes enMVS Radio, Mireles aseguró que ese 13 de enero, mientras convalecía de una cirugía, recibió de supuestos miembros del gobierno —a quienes dijo que «reconoció» por su apariencia, aunque no pudo identificar a qué dependencia pertenecían— un mensaje impreso en dos cuartillas.
Según el relato de Mireles, los hombres le pidieron que leyera el mensaje para tranquilizar a las autodefensas, que supuestamente pensaban que había muerto o estaba secuestrado en la Ciudad de México después de que el 4 de enero sufrió un accidente en avioneta y fue trasladado a la capital del país.
“Me prestan un documento que estuve viendo. Obviamente mi estado de salud ni siquiera me permitía ver las letras, así que no tuve oportunidad de verlo todo (…) No estaba en condiciones de leer ningún documento (…) estoy en un estado medio crítico», dijo a Aristegui en la entrevista realizada la semana pasada.
Mireles, uno de los 32 coordinadores generales de autodefensas en la región de Tierra Caliente y uno de los líderes más visibles del movimiento, fue sometido a una cirugía de mandíbula en la Ciudad de México por las heridas sufridas en el accidente. Durante su recuperación la semana pasada, mientras las fuerzas federales llegaban a Michoacán tras el avance de las autodefensas por varios municipios, fue custodiado por agentes del gobierno federal en el DF.
Ahora se desconoce su paradero.
«Desgraciadamente, este documento se lo leí a las personas que vinieron a pedirme que dijera algo para tranquilizar a las autodefensas», dijo en la grabación presentada por Aristegui.
«Me empezaron a hablar compañeros líderes de autodefensas de Aguililla, de Buenavista, de que yo estaba preparando el desarme total de las autodefensas como preámbulo de una noticia que iba a presentar a las 10:30 (de la noche) una televisora nacional», dijo, en referencia a El Noticiero, conducido por Joaquín López Dóriga.
Mireles aseguró que el texto incluía un llamado a las autoridades para detener a los siete principales líderes de Los Caballeros Templarios como condición para el desarme, pero dijo que solo fue transmitida la parte en la que acataba la instrucción de dejar las armas.
«No nos gusta que usen nuestras propias palabras para decir cosas que no decimos”, aseguró Mireles; “jamás voy a convocar al desarme a menos que se cumplan las condiciones que hemos pedido desde hace 10 meses: que el gobierno restablezca las condiciones”.
El médico aseguró que, tras las llamadas de sus compañeros coordinadores de grupos de autodefensas, ese 13 de enero convocó a una «rueda de prensa» y grabó un nuevo video.
Las segundas declaraciones de Mireles se difundieron por la cuenta Grillonautas2 en la plataforma YouTube durante la madrugada del 14 de enero a través de dos videos.
En ellos, Mireles dio más detalles sobre su salud y condicionó el desarme a la detención de los líderes de los templarios, postura que han mantenido los autodefensas desde que el gobierno los emplazó al desarme.
«Yo no he autorizado el desarme de nadie, de ninguno de los autodefensas y comunitarios. Cuando nosotros vamos a hacer un movimiento nos reunimos en Concejo General primero, yo no tengo a nadie del Concejo General cerca, entonces, yo no puedo autorizar o desautorizar nada», dijo.
El 13 de enero, los gobiernos federal y de Michoacán suscribieron un acuerdo para una intervención federal en el estado afectado por violencia derivada de enfrentamientos entre grupos de autodefensa y del crimen organizado.
Las autodefensas en Michoacán surgieron a principios de 2013 en Tierra Caliente para hacer frente, según dijeron, a las extorsiones, secuestros, asesinatos y demás crímenes de la delincuencia, principalmente atribuidos a Los Caballeros Templarios.
El 14 de enero, el gobierno federal envió a agentes de la Policía Federal y miembros del Ejército para controlar la seguridad en la región de Tierra Caliente, y un día después creó una comisión para la seguridad en Michoacán a cargo de Alfredo Castillo, extitular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) cuyas primeras acciones incluyeron el cambio de los titulares de Seguridad Pública y de la Procuraduría del estado.