Snowden asegura carecer de garantías para juicio imparcial en EE.UU.

Washington, 23 ene (PL) El exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden, aseguró hoy que el retorno a su país resulta una quimera ante la imposibilidad de contar con un juicio justo e imparcial.

Al mismo tiempo, llamó a la administración del presidente Barack Obama a corregir las leyes, frenar el desmedido alcance de algunas agencias gubernamentales y depurar responsabilidades de altos oficiales por los masivos e ilegales programas de espionaje, revelados por el él desde junio.

Durante una sesión de preguntas y respuestas en directo en la página digital freesnowden.is, Snowden, asilado en Rusia, afirmó que Estados Unidos carece de canales propicios para denunciar abusos en asuntos de seguridad nacional.

Si hubiese revelado al Congreso que conocía estos programas clasificados, pero inconstitucionales, me hubieran imputado un delito, argumentó.

El denominado «topo» de la NSA criticó también el discurso de Obama de la semana anterior y cuestionó que, como afirmó el mandatario, la NSA no se extralimitó en sus poderes.

Se han visto más abusos intencionados que ejemplos en los que este espionaje telefónico masivo e inconstitucional ha detenido algún plan terrorista, complementó.

Snowden aludió al informe presentado este jueves por el Directorio de Supervisión de Libertades Civiles y de Privacidad, agencia independiente creada por el Congreso en 2007, la cual subrayó que la recolección de registros telefónicos por parte de la NSA resulta ilegal y debe cesar.

El panel, compuesto por tres expertos demócratas y dos republicanos, sostuvo que no identificó «una sola instancia que involucre una amenaza a Estados Unidos en la que el programa de registros telefónicos haya hecho una diferencia concreta en el resultado de una investigación de contraterrorismo».

Snowden destapó a mediados de junio pasado una caja de Pandora, al ventilar centenares de miles de documentos que constatan el programa de fisgoneo de las comunicaciones telefónicas y digitales nacionales y de gobernantes, empresas y ciudadanos de 35 países por parte de Washington.

El escándalo llevó a un escrutinio de las prácticas de dicha agencia, mientras que Obama emitió una directiva con nuevas reglas para la recolección de datos, además de prometer que los servicios de inteligencia cesarán de controlar las comunicaciones de líderes de los países aliados.

Sin embargo, el Ejecutivo dejó en claro que las operaciones de espionaje continuarán en todo el mundo.

Una reciente encuesta de la empresa Gallup encontró que un 53 por ciento de los estadounidenses se oponen al programa secreto de recolección de datos desarrollados por la NSA.

Este jueves, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, manifestó en una entrevista con la cadena televisiva MSNBC la disposición del Gobierno a discutir un posible arreglo con el exanalista, aunque consideró que otorgarle una amnistía sería «ir demasiado lejos».

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