Quito, 24 ene (PL) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy que no hay lugar a dudas de que el intento golpista del 30 de septiembre fue planificado, con la implicación no solo de la Policía, sino también de la inteligencia militar.
Esa información fue corroborada por el sargento del Ejército en servicio pasivo (SP), Fabián Arcos, quien se entregó ayer a la justicia, aseveró Correa durante un intercambio con los medios de comunicación en el cantón Gualaceo, de la provincia Azuay.
El 30 de septiembre del 2010 se produjo un levantamiento de un grupo de la fuerza policial, seguido de un intento de golpe de Estado y de magnicidio contra el presidente Correa y durante los actos de violencia murieron al menos seis personas y otras 250 resultaron heridas.
El mandatario se refirió también a la vinculación de una persona, cuyo nombre prefirió no mencionar, porque le causa repulsión ver tanta traición, entreguismo, descaro, y que todavía sigue fungiendo como supuesto dirigente político.
Siempre hemos sabido que los traidores de la patria y los recaderos de la CIA han estado detrás del 30 S, la cuestión es probarlo, porque puede ser evidente y no tener las pruebas materiales, dijo.
Correa manifestó que la entrega del sargento Arco servirá de mucho para demostrar lo que todos sabemos que paso el 30 del septiembre del 2010.
«Él es el que sale en la ambulancia, diciendo revisen la ambulancia a ver si este no sale disfrazado de (palabras de grueso calibre)», apuntó.
Pero, añadió el mandatario, todo hombre es capaz de las más grandes noblezas y las más grande bajeza, y aunque sea en algo él ha reparado esa miseria humana entregándose a la justicia de Ecuador.
Arco estaba fuera del país y el voluntariamente ha regresado para enfrentar su responsabilidad ante la ley, y obviamente se le garantiza siempre el debido proceso, dijo.