Washington, 24 ene (PL) Organizaciones hispanas pidieron hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, incluir la reforma migratoria como uno de los temas fundamentales de su mensaje sobre el Estado de la Unión, el próximo martes.
La esperada reforma integral de las leyes de emigración, promesa electoral que mantiene incumplida la administración Obama, resulta la mayor prioridad dentro de la comunidad latina, indicó el director de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA), Héctor Sánchez, en una carta dirigida al gobernante.
A juicio de Sánchez, el éxito de las reformas a las leyes y políticas migratorias dependerá de las oportunidades creadas por la legislación y buscadas por familias de inmigrantes para forjarse una mejor vida, alcanzar la residencia y ciudadanía.
El dirigente de la agrupación integrada por 36 organizaciones hispanas en Estados Unidos, remarcó que la ley migratoria debe incluir la opción de alcanzar la ciudadanía para que las familias de residentes sin papeles permanezcan juntas.
La reforma migratoria que debe sacar de las sombras a unos 11,5 millones de indocumentados, permanece estancada en el Congreso ante las divergencias entre demócratas y republicanos para abordar el asunto,
La mayoría republicana en la Cámara de Representantes se niega a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, dominado por los demócratas, el cual incluye la opción de la naturalización.
Los del llamado partido rojo abogan por tratar el tema migratorio de manera fragmentada y se oponen a medidas que ofrezcan una «amnistía» para quienes ingresaron ilegalmente al país.
Sánchez también abogó este viernes por que en el discurso del mandatario se incluyan planes o programas concretos para crear empleos que beneficien a las comunidades hispanas.
Recordó que los latinos son de los grupos más afectados por el desempleo, la crisis económica y los recortes de los programas de ayuda a los 1,3 millones de parados en la nación norteña.
Mencionó asimismo como de urgente atención los casi 10 millones de hispanos carentes de seguro médico, imposibilitados de beneficiarse por la polémica ley de salud del presidente Obama, conocida como ObamaCare, que obliga a comprar las pólizas a empresas aseguradores o atenerse a pagar una multa.