El azar de Allan Kaprow está olvidado en el siglo XXI

CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-

 

Allan Kaprow, quien nació en New Jerssey en 1927, creía que lo más sublime del ser humano se encontraba en la imaginación humana y no en las piezas de museos, pues engañar y divertirse para vivir la vida también pueden ser manifestaciones estéticas.

 

«Los maestros de maestros fueron efectivamente Pollock y Cage, y de ambos tomó ideas para desarrollar una propuesta artística para borrar las fronteras de arte y vida. Se le conoce por haber inventado los happenings, si es que se puede inventar algo así, pero un poco su esfuerzo y su práctica artística estaba dirigida a que la experiencia estética no se limitara a los museos y galerías, sino que se suscitara en la calle», así lo dijo el ensayista Luigi Amara quien acaba de editar el libro de Allan Kaprow Ensayo sin título y otros happenings, para Tumbona.

 

Kaprow tomó de Cage y Pollock los valores del azar y la rebeldía. Enseñaba a sus alumnos de la New School of Social Research de New York que entendieran la sensibilidad de los clásicos para después olvidarse de ellos y crear así un arte esencial, fuera de los límites de la civilización. Así Kaprow creó los happenings:

 

«Él empezó a hacer obras, alejándose más de la pintura que incluía el azar, el accidente, la intervención de quien quisiera, para estar menos interesado en el objeto y más en la acción misma. Lo que hizo fue llevar a las últimas consecuencias lo que advirtió en Pollock, deshacerse de la idea de la pintura para que fuese pura acción. Entonces un happening es una situación en que suceden cosas planeadas, hay un guión donde los participantes proponen y llevan las cosas a un lugar insospechado, con creación colectiva, donde lo que importa es lo que pasa o pueda pasar».

 

Integrante del movimiento de arte contemporáneos Fluxus, y en plena posguerra, éste y otros artistas pugnaron por una anarquía estética para no caer en el halago que ensucia la belleza cuando el artista se obsesiona por el triunfo y el reconocimiento. El happening y su filosofía del des-artista es eso, una rebeldía poco recordada por los estudiantes de arte del siglo XXI, según Amara: «El tipo de propuestas que se hicieron en aquellas épocas como lo que hizo Robert Smithson, Dick Higgins, artistas activos de los 60 y 70s, quienes fueron radicales; pero las brechas que abrieron se perdieron en el tiempo y en alguna medida el arte actual ha procedido como si eso no hubiese existido, por ello este libro es un rescate de este tipo de propuestas para ver qué puede suscitar en el presente. Ver cómo este espíritu de borrar las fronteras puede trastocar la práctica y la escritura contemporánea; además el libro de Kaprow puede ser para los estudiantes de arte una manera de ir a las fuentes».

 

Ensayos sin título y otros happenings es un libro de Tumbona que editó los guiones y el pensamiento de Kaprow para ver qué puede provocar en un tiempo como éste, donde la rebeldía tiene poco valor.

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