N22.- Periferia Nezahualurbana que se vuelve centro en la literatura de Emiliano Pérez Cruz, ciudad Nezahualcóyotl es el marco donde una serie de relatos suceden a través de los años en el libro Ya somos muchos en este zoológico.
“Inician con una evocación de mi padre como gran platicador, pensando que de ahí le viene a uno lo cuentero, y culmina con una carta-relato a mi nieta. Entonces en el inter hay una serie de relatos que abordan a personajes de ciudad Neza, los que fueron los primeros pobladores. Había aquellos que vinieron del campo a la ciudad y la ciudad los expulsó y se fueron hacia las orillas de lo que era el ex Lago de Texcoco”, afirmó el escritor.
Este apéndice de México-Tenochtitlán reclama su propio nombre y sus metamorfosis: “nezahualodo”, “nezapunk”, “nezayork”. Ahí habita la loquita del mercado que ha sido violada, un marido infiel que se delata con una tanga, y hasta un charro con una singular mascota.
“Es un cuento que en realidad se llama Amores fingidos y trata del amor vehemente que el charro sentía por su marrana. Con ella se emborrachaba, con ella se iba a los campos de fútbol a cotorrear, atendía más a la marrana que los chamacos. Y bueno el día que se electrocutó a todos nos invitó y ni modo, había que comerse al amor de su vida, a la marrana”.
Pero no se confunda, en ese mundo jocoso poco a poco se revela la realidad de la exclusión, sus estrategias y su lucha.
El también periodista afirma que el hecho de que los humillados y ofendidos de este país tengan que irse a fundar otra ciudad de humillados y ofendidos, donde los partidos de todos colores se pelean a la clientela política.
Las primeras manifestaciones que se dieron de “nezahualcoyenses” en el D.F. fueron por los 60 y exigieron la regularización de los terrenos de la tierra. “Siempre ha sido objeto del acarreo político, de las eternas promesas, de a ver si ahora sí nos cumplen con el agua, con el drenaje, etc.”
Ya somos muchos en este zoológico es una publicación del fondo editorial del Estado de México.