Roma, 5 feb (PL) Más de dos mil emigrantes irregulares llegaron a costas italianas en enero último, cifra que el año pasado apenas llegó a los 217, precisó hoy el viceprimer ministro de Interior Filippo Bubbico.
De acuerdo con el titular, ese salto exponencial no es un hecho aislado, sino que forma parte del crecimiento en los últimos años de un flujo de emigrantes «incesante y masivo».
Por ejemplo, indicó, en 2013 casi 43 mil personas llegaron a Italia en embarcaciones ilegales mediante el mar Mediterráneo, lo que significa un aumento de 325 por ciento con respecto al año anterior.
La situación adquiere más dramatismo pues esas cifras no contemplan los cientos de individuos que perdieron la vida en el trayecto, agregó.
Bubbico explicó que el año pasado llegaron a las costas dos mil 925 embarcaciones de diverso tipo y tamaño que trasladaron a los 43 mil emigrantes procedentes del norte de África y del Medio Oriente, de los cuales cuatro mil eran niños.
Los países desde donde partieron más barcos fueron Libia, Egipto y Turquía, por ese orden, según el funcionario.
Con respecto al origen de los emigrantes, la mayoría, 11 mil 307, procedían de Siria, en comparación con solo 582 en 2012.
El segundo país más emisor fue Eritrea con nueve mil 834 individuos, lo que significa un 400 por ciento más que el año anterior.
En octubre de 2013 se produjo un naufragio frente a la isla italiana de Lampedusa en el cual murieron más de 350 emigrantes, un hecho que llamó la atención acerca del fenómeno en pleno auge.
Como respuesta al hecho, el gobierno italiano inició una operación llamada Mar Seguro en las aguas del Mediterráneo, con el propósito de evitar nuevas tragedias de este tipo.
Aunque Roma ha tratado de movilizar acciones en la Unión Europea con el propósito de hacer frente al asunto desde un enfoque continental, hasta ahora no ha habido medias concretas al respecto.
Según asociaciones de caridad, entre 17 mil y 20 mil personas han muerto en las últimas dos décadas mientras intentaban llegar a Europa a través del Mediterráneo.