Madrid, 8 efe (PL) La hija menor del Rey de España, la infanta Cristina, afirmó hoy que desconocía la gestión de Aizoon, empresa de la cual es copropietaria con su esposo, Iñaki Urdangarin, investigada por corrupción.
Al declarar como imputada por presunto lavado de dinero y violación fiscal, la infanta argumentó que depositó mucha confianza en su esposo, de acuerdo con versiones suministradas por el abogado del Frente Cívico Somos Mayoría, Manuel Delgado.
Fuentes presentes en la primera sesión de declaraciones ante el juez del caso, José Castro, coincidieron en indicar que Cristina constestó con evasivas como «no recuerdo» o «no me consta» muchas de las preguntas realizadas.
El juez Castro investiga una red mediante la cual la fundación sin ánimos de lucro Nóos, propiedad de Urdangarín, recibió dinero público de forma irregular y luego lo traspasó a varias empresas suyas, entre ellas Aizoon.
De acuerdo con las primeras versiones, Cristina -la primera integrante de la familia real imputada en un caso de corrupción- reconoció que el rey Juan Carlos le pidió en 2006 a Urdangarín abandonar los negocios relacionados con Nóos.
Según los trascendidos, la infanta afirmó ante el juzgado de Palma de Mallorca que no participaba de la administración de empresa y desconocía que parte del dinero se utilizó para pagar al personal de servicio de una de sus casas.
La investigación del llamado caso Nóos abarca más de seis millones de euros, de los cuales alrededor de un millón habría sido depositado en las cuentas de Aizoon, sin que apareciera en las declaraciones fiscales de la infanta.
Varios cientos de personas se apostaron en zonas cercanas al juzgado para apoyar la posición del juez Castro, quien procedió a la imputación y el interrogatorio pese a la negativa de la fiscalía.
Cayo Lara, coordinador federal de Izquierda Unida, la tercera fuerza política española, afirmó que si se demuestra la culpabilidad de la infanta debe ser condenada como cualquier otro ciudadano.
Lara aludió al caso al presentar una propuesta de modelo de estado republicano y federal en sustitución de la monarquía, que considera un esquema sobrepasado por la realidad.