Premios Goya, una gala crítica para el gobierno español

Madrid, 10 feb (PL) Los Premios Goya tendieron su alfombra roja a los mejores filmes del año, pero también registraron una panorámica crítica de la actualidad española, con protestas contra los despidos y reprimendas al ausente ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Wert.
Luego de transitar ante piquetes de trabajadores de Coca-Cola que luchan por no ser despedidos, los ganadores de los Goya hicieron sus discursos que este año tuvieron como características muchas referencias al Gobierno, por la situación económica y otras iniciativas impopulares.
El acto, que concluyó pasada la medianoche, constituyó el primer Goya sin ministro de de Cultura, como señaló el director y presentador de la premiación, Manuel Fuentes.
Si el ministro de Defensa no fuera al desfile de las fuerzas armadas, seguramente su jefe le despediría. Sería bueno que este ministro (Wert) se fuera o dimitiera, expresó, por su parte, Mariano Barroso, al recoger la estatuilla al Mejor Guión Adaptado por Todas las mujeres.
Al entregar a Terele Pávez el Goya a la Mejor Actriz de Reparto, Javier Bardem aludió también a la ausencia oficial, al afirmar que «nuestro cine está muy por encima de nuestro ministro de anticultura»
La actriz Natalia de Molina, ganadora del Goya a la Mejor Actriz Revelación, se refirió al movimiento de oposición a un proyecto de ley para restringir el aborto, al afirmar: no quiero que nadie decida por mí, uno de los lemas de la campaña contra la iniciativa.
Marian Álvarez, Goya a la Mejor Actriz, insistió en su turno: no vamos a permitir que nada ni nadie decida por nosotras.
El presidente de la Academia de Cine, Enrique González, apuntó por su parte a los problemas actuales del sector entre los cuales incluyó el descenso en la producción, cierre de salas y miles de puestos de trabajo perdidos.
Hacer una película hoy en nuestro país es un auténtico acto heroico, subrayó González, quien criticó asimismo el impuesto al valor agregado del 21 por ciento para los productos fílmicos que significó -dijo- que por cada euro entregado a Hacienda, la cinematografía perdió dos.
La mayor cantidad de premios correspondió a Las brujas de Zugarramurdi, de Alex Iglesia, con ocho de 10 nominaciones, incluyendo Terele Pávez como mejor interpretación de reparto.
Los máximos galardones, sin embargo, fueron para la comedia Vivir es fácil con los ojos cerrados: la Mejor Película, el Mejor Director (David Trueba), Mejor Guión, Mejor Actor (Javier Cámara) Actriz Revelación (Natalia de Molina) y Pat Metheny por la banda sonora.
De Latinoamerica triunfaron la hispano-argentina Metegol, de Juan José Campanella, con el Premio Goya al Mejor Filme de Animación y la venezolana Azul y no tan rosa de Miguel Ferrari, mejor película iberoamericana.

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