Los Angeles, PL
El mundo del cine lamenta hoy la muerte de la estadounidense Shirley Temple, la primera niña prodigio de Hollywood, a los 85 años de edad.
Ganadora de un premio Oscar con apenas seis años de edad, Temple cautivó al público con sus bucles rubios y su gracia para el baile, y su carrera como actriz fue efímera pero intensa.
De hecho, abandonó el cine a los 20 años de edad, tras filmar unas 40 películas, y poco después se dedicó a la política y llegó a ser congresista republicana y embajadora ante Naciones Unidas.
Nacida el 23 de abril de 1928 en California, Temple solía hacer papeles de niña pobre o huerfanita, y su influencia en la cultura popular fue tan grande que hasta un cóctel lleva su nombre.
También batalló con el cáncer de mama, y fue una activa portavoz en la prevención y lucha contra esa enfermedad.
Después de ella vinieron otros niños prodigios, como Judy Garland en su época, o Macaulay Culkin y Haley Joel Osment, pero casi ninguno triunfó de mayor, al perder el candor infantil.