Autoridades detienen en México a presuntos etarras acusados por 18 muertes

Juan Narváez e Itziar Alberdi, que llevaban 22 años en paradero desconocido, fueron detenidos en Puerto Vallarta, Jalisco

(ng) La Policía Nacional española y las autoridades mexicanas detuvieron en México a dos presuntos integrantes de la banda separatista ETA, a quienes se considera hasta la fecha como los miembros de dicha organización con mayor número de asesinatos cometidos.

Las detenciones de Juan Jesús Narváez Goñi, alias Pajas, y a Iciar Alberdi Uranga, alias María, ocurrieron en Puerto Vallarta, Jalisco, en una operación conjunta de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) de México, informó el Ministerio del Interior español a través de un comunicado de prensa.

Los ciudadanos españoles fueron repatriados la noche de este domingo en vuelo comercial, luego de que el Instituto Nacional de Migración detectó que se encontraban en México de manera irregular, informó la Secretaría de Gobernación

La Secretaria de Gobernación informó este domingo en un comunicado que ambas personas estaban en territorio mexicano con identificaciones falsas, esto es en condiciones irregulares en términos migratorios, por lo que se tomó la decisión de repatriarlos inmediatamente.

“El gobierno de la República reitera su compromiso de respetar y consolidar el marco legal de los ordenamientos en la materia y de cumplir cabalmente los tratados internacionales», finalizó el texto emitido por la Secretaría de Gobernación.

Ambos etarras, que llevaban 22 años en paradero desconocido, formaron parte del «comando de liberados Ekaitz», que cometió 18 asesinatos en un solo año, según el ministerio del Interior.

A principios de la década de 1980, Narváez Goñi, que ha sido reclamado por la justicia en 10 ocasiones, fue integrante del comando legal X-1, que colaboró con el «comando de liberados Nafarroa» en la comisión de varios asesinatos y que acabó con la vida de un agente de la Policía y de un capitán de la Guardia Civil en Pamplona.

En abril de 1987 y, tras pasar a la clandestinidad, fue detenido en Marsella, Francia, y expulsado a España, donde ingresó en prisión. En marzo del año siguiente, tras salir de la cárcel, se incorporó de nuevo a las estructuras clandestinas de ETA.

Por su parte, Alberdi Uranga, reclamada por la justicia en siete ocasiones, pasó a la clandestinidad en noviembre de 1986, tras la liberación del industrial español secuestrado, Lucio Aginagalde.

Esto supuso la desarticulación del «comando Araba» para el que Alberdi realizaba labores de apoyo e infraestructura.

En 1990, ambos detenidos pasaron a integrar el «comando de liberados Ekaitz», liderado por José Luis Urrosolo Sistiaga, con infraestructura en las ciudades españolas de Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Valencia. Este grupo armado tenía instrucciones de atentar en la costa mediterránea para boicotear los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Hasta la desarticulación del comando, el 21 de marzo de 1992 y en el breve espacio de un año, cometió numerosos atentados con explosivos y armas de fuego, con el resultado de 18 asesinatos y numerosos heridos graves.

La operación llevada a cabo hoy se enmarca en la estrategia operativa desarrollada por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional española para localizar y detener a los miembros de ETA que residen de manera clandestina en distintos países.

Tras la declaración del cese definitivo de la actividad armada, la CGI ha localizado y detenido a miembros de la banda terrorista en Reino Unido, Bélgica, Italia, Francia, Venezuela, Brasil y México, según el comunicado.

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