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La nueva versión cinematográfica de Robocop, el agente policial convertido en máquina tras su muerte, regresa a la gran pantalla de la mano del cineasta brasileño José Padilha.
En conferencia de prensa ofrecida hoy, el director de la exitosa Tropa de élite 1 y 2, dijo que en su remake de Robocop trató de mantenerse fiel a la idea original de este filme, pero no a la forma, en tanto la nueva versión contiene una fuerte crítica política.
A este tema se suman otros como la actividad de Estados Unidos en el exterior, la situación de los medios de comunicación y la actuación de las grandes corporaciones, todo ello sin perder de vista el debate original de la saga en torno a la diferencia entre hombre y máquina.
La discusión está muy vinculada a la realidad que muestra la cinta por el uso por parte de Estados Unidos de drones no tripulados en el exterior, y de la posibilidad que estos sean utilizados en Brasil a partir de la tesis desarrollada por Padilha en el trabajo.
Con Robocop, el realizador brasileño asume su primera película hecha en Estados Unidos tras el éxito cosechado en su país y la trascendencia de sus obras, todas con un marcado carácter social y político, precisan algunos críticos.
Protagonizada por Joel Kinnaman, para su realización el equipo contó con un presupuesto récord que se acerca a los 190 millones de dólares.