Washington, 21 feb (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dialogó hoy vía telefónica con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, a fin de analizar la crisis de violencia que padece Ucrania, anunció la Casa Blanca.
Tanto Rusia como Estados Unidos están interesados en el fin de la violencia en Ucrania, señaló el vocero del Ejecutivo, Jay Carney.
Manifestó que la conversación ocurrió a iniciativa de Washington que, recalcó, sigue con mucho interés la situación en aquella nación europea, mientras «nos mantenemos en consulta con otros gobiernos aliados».
Carney acotó que la Casa Blanca recibió con beneplácito el anuncio por parte del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, de convocar a elecciones anticipadas y formar un gobierno de coalición con las facciones opositoras.
Días atrás trascendió que el Congreso norteamericano está ejerciendo presión sobre Obama a fin de aprobar sanciones contra funcionarios de Ucrania ante los disturbios que sacuden a esa nación europea desde hace semanas.
Tanto el Senado como la Cámara de Representantes evalúan proyectos legislativos que podrían ser votados la próxima semana, una vez que el Capitolio reanude sus actividades luego de varios días de vacaciones.
Entre las medidas que se contemplan están la congelación de los activos financieros y restricciones de visados «a los funcionarios gubernamentales y otras personas que han cometido, ordenado o apoyado actos de violencia contra ciudadanos», destacó el diario digital The Hill.
Ni Washington ni la Unión Europea ocultan sus preferencias hacia la oposición ucraniana y las intenciones de querer ver en el sillón presidencial a un gobernante proclive a los intereses occidentales.
Obama amenazó ayer a Kiev con tomar represalias si el Gobierno y la oposición no logran sentarse a dialogar y contener la violencia.
Habrá consecuencias si la gente cruza la línea. Y eso incluye asegurarnos de que el ejército ucraniano no intervenga en lo que debe ser un conjunto de problemas que pueden ser resueltos por los civiles, advirtió el gobernante en Toluca, México, durante la Cumbre de los líderes de Norteamérica.