El fin del mundo… hace 252 millones de años

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La extinción masiva más grande en la historia de la vida animal ocurrió hace 252 millones años, cuando desapareció más del 90 por ciento de las especies que habitaban la Tierra, un suceso conocido como la Gran Extinción o Gran Mortandad, que no debe ser confundido con aquel que marcó el fin de los dinosaurios, hace 65 millones de años.

En aquel entonces el planeta estaba poblado por diversas especies de plantas y animales que seguían el camino de la evolución. Abundante vegetación, así como gran cantidad de reptiles, insectos, peces, y moluscos se desarrollaban en un gran supercontinente.

Sin embargo, algo hizo desaparecer casi toda señal de vida. Una catástrofe aún no explicada, aunque existen varias teorías, intensa actividad volcánica, cambios ambientales, acidificación de los océanos, o quizás la combinación de algunas de ellas, son las más pronunciadas.

Algunos consideran que el impacto de algo venido del espacio provocó el desastre ecológico más grande del que se tenga noticias.

Pero la realidad es que hasta el momento no hay respuestas concretas. Lo que si se sabe ahora es que en tan solo 60 mil años se extinguió la gran mayoría de especies marinas y terrestres que poblaban nuestro mundo, un corto período de tiempo según la perspectiva geológica.

Especialistas del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), Estados Unidos, determinaron con precisión cuanto tiempo duró el proceso, explica un estudio divulgado en Proceedings of the National Accademy of Sciences.

Ya se sabía que el hecho tuvo lugar al final del período Pérmico, «ahora tenemos exactamente el tiempo absoluto y la duración de la extinción», indicó Sam Bowring,  profesor de Ciencias Planetarias del MIT.

«¿Cómo puedes matar al 96 por ciento de todos los seres vivos de los océanos en apenas unas decenas de miles de años? Una extinción excepcional requiere de una explicación excepcional», aseveró el investigador.

«Está claro que cualquier cosa que fuera lo que desencadenó la extinción debió de actuar muy rápidamente. Lo suficientemente rápido como para desestabilizar la biosfera antes de que la mayor parte de la vida animal y vegetal pudiera adaptarse y sobrevivir», dijo a su vez, Seth Burgess, autor principal del ensayo.

La nueva escala temporal, muy inferior a lo que se pensaba, se basó en el uso de las más modernas técnicas de datación, e indica que tuvo lugar por lo menos, 10 veces más rápido de lo que los científicos habían pensado. Además permitió identificar que fue precedida inmediatamente por un fuerte aumento del dióxido de carbono en los océanos.

De ahí que científicos den mayor crédito a la tesis de que la pérdida fue provocada por erupciones volcánicas masivas que liberaron productos químicos volátiles como el dióxido de carbono a la atmósfera y los océanos.

Con un intervalo de tiempo de extinción tan corto, es posible que un solo pulso catastrófico de actividad magmática desencadenara un colapso casi instantáneo de todos los ecosistemas globales, expresó Bowring.

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