Madrid, 27 feb (PL) España perdió un millón 354 mil 700 empleos en los dos años de la reforma laboral aprobada por el gobierno del Partido Popular, informó hoy la central sindical Comisiones Obreras.
Según el reporte, que analiza los seis años de crisis, la reforma aprobada en 2012 agravó los efectos en el empleo de la estrategia de austeridad, el ajuste fiscal duro y las reformas antisociales iniciadas en 2010.
De la leve recuperación que siguió a la gran recesión de 2009, hemos vuelto a lo más duro de la crisis después de aplicar esa estrategia, expresa la valoración que califica la medida de absoluto fracaso en su objetivo de contribuir a la creación de empleo.
Comisiones Obreras estima que la destrucción de empleo asalariado es la más alta jamás sufrida por España en toda su historia, lo que hace del bienio de la reforma laboral el peor desde que existen estadísticas.
Apunta que al facilitar y abaratar el procedimiento del despido se redujo el empleo estable como nunca y provocó un cambio en el modelo de ajuste de las empresas para no renovar contratos temporales y reducir sus plantillas fijas.
Como resultado, añade, un número creciente de empleos a tiempo parcial ocupan el espacio de los de tiempo completo, con una reducción equivalente del salario y un empeoramiento general de las condiciones y calidad del trabajo.
En dos años -agrega- la reforma laboral destruyó el doble de empleos asalariados que en cuatro años anteriores y transformó la explosión de la burbuja inmobiliaria-financiera, en una gravísima crisis extendida al conjunto de las actividades económicas.
Asimismo estima que la reforma laboral facilitó las políticas de recortes en los servicios públicos, con una caída del empleo público sin precedentes.
Esta reforma ya ha fracasado y con ella la estrategia de austeridad, devaluación salarial, precariedad laboral y recortes en el gasto público iniciada en la segunda mitad de 2010 y llevada al extremo a partir de 2012, expresó Comisiones Obreras.
La central sindical asegura que también se deterioró la economía, empeoraron las condiciones de vida y trabajo de la mayoría social y se registró la brutal destrucción de empleo y el empobrecimiento de amplias capas de la sociedad española.