Estados Unidos, un juez que debe ser juzgado

Washington, 28 feb (PL) El sentimiento de que Estados Unidos es un juez que debe ser juzgado cobra fuerza hoy luego de publicarse por el Departamento de Estado el informe anual sobre derechos humanos en el mundo en 2013.

No es solo el hecho de que los funcionarios estadounidenses den su interpretación unilateral de un problema universal que fiscaliza Naciones Unidas, la razón también estriba en que ese país no mira hacia dentro y se arroga el derecho de atacar a otras naciones, consideran comentaristas políticos internacionales.

Son muchos los ejemplos que invalidan el papel que se confieren en momentos en que escándalos como el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), el confinamiento en solitario de miles de reos en sus pobladas cárceles y la discriminación de las minorías, engrosan su rosario de violaciones de derechos.

A la par que fue aireado el cuestionado documento, una coalición de grupos en defensa de los derechos humanos y las libertades civiles en este país alertó este jueves de los riesgos de los megadatos obtenidos por la NSA, ya que alegan que pueden contribuir a la discriminación de las minorías.

Varios grupos firmaron los «Principios de Derechos Civiles en la Era de los Megadatos», en la que piden a la Casa Blanca que con esta tecnología se respete la privacidad y la igualdad de oportunidades y ante la justicia.

Según Wade Henderson, presidente de la Conferencia sobre los Derechos Civiles y Humanos, nadie debería ser objeto de persecución por parte de empresas o el gobierno a causa del espionaje, decisiones discriminatorias u otras intrusiones injustificadas.

Esta no es una apelación aislada, pues el propio presidente Barack Obama se pronunció hace pocas horas por crear más oportunidades para jóvenes varones de las minorías y mejorar las condiciones que los mantienen empobrecidos y encarcelados en cifras elevadas.

Según casi todos los indicadores, el grupo que está enfrentando algunos de los desafíos más severos en el siglo XXI en este país es el formado por los niños y los jóvenes negros, dijo el mandatario en un acto en la Casa Blanca.

Obama calificó de indignante la situación de los jóvenes de la minoría pero eso no aparece en el informe del Departamento de Estado.

Otro botón de muestra se aprecia en la situación en las cárceles del país, donde según denuncias, se violan los derechos humanos de miles de personas, incluyendo mujeres, discapacitados, jóvenes e inmigrantes, que son mantenidos en celdas de confinamiento solitario.

El martes varios grupos cívicos iniciaron una campaña para frenar el abuso de ese castigo y exigir una reforma carcelaria.

Durante una rueda de prensa a pocos metros del Capitolio, defensores de los derechos civiles instaron al Legislativo a poner en marcha reformas en las sentencias carcelarias, incluyendo restricciones al uso de celdas de aislamiento.

Al respecto, Juan Méndez, Relator Especial sobre la Tortura de Naciones Unidas, en un informe sobre la situación estimó que 15 o más días de confinamiento en solitario es un tratamiento cruel, inhumano y degradante, sin descartar su inclusión como tortura.

Convertidas en críticas de los demás, las autoridades estadounidenses no miran que su población penal es la mayor del mundo con dos millones de reclusos y solo en las cárceles de Nueva York en septiembre de 2013 había más de tres mil 800 reclusos en confinamiento solitario.

En su andanada de informes contra otras naciones Washington arrecia sus ataques contra países como Siria, Venezuela y varias naciones latinoamericanas sobre situaciones que, según denuncias, ellos ayudaron a crear y hoy empeoran.

Sobre el uso de gas sarín contra civiles en Siria expertos internacionales, incluso estadounidenses, ofrecieron datos demostrativos que fue algo preparado por servicios especiales extranjeros para afectar al gobierno de ese país.

El documento emitido por el Departamento de Estado es doblemente pernicioso pues además de autoinventarse en muchos casos, es tomado como referencia a la hora de conceder ayuda exterior a los países, señalan fuentes diplomáticas aquí que pidieron el anonimato.

Al presentar el informe, el secretario de Estado John Kerry vio en todo el mundo presuntos problemas como la creciente represión de manifestaciones populares, el aumento de restricciones a la libertad de expresión y prensa, los abusos de las fuerzas de seguridad, la falta de protecciones de derechos laborales y la marginalización de grupos vulnerables.

Al respecto, un comunicado de la Cancillería de Ecuador calificó de unilateral el texto y dijo que Estados Unidos presenta, además, un pobre historial en lo que respecta al cumplimiento de los derechos humanos en los años recientes.

Si de derechos se habla, llama la atención que los estadounidenses aun tienen mucho por hacer en las convenciones internacionales contra la tortura, sobre los derechos de los niños, sobre los derechos de los trabajadores migrantes y sobre el Derecho de los Tratados, a los que no está suscrito.

Según China, la publicación del informe, tan elocuente como parece, no es más que una farsa política, pues Washington, con su propio historial imperfecto sobre derechos humanos, no puede considerarse a sí mismo la instancia moral suprema para juzgar a los demás.

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